Sindicatos agrupados en todas las centrales obreras, afines y opositoras al Gobierno, se aprestan a jugar su última carta del año para lograr beneficios salariales.
Tras el fracaso del intento para la reapertura de paritarias por la expectativa de inflación, la postura de los más cercanos a la Casa Rosada toma en cuenta la situación económica y la gravitación del frente externo con el caso de los fondos buitre como un indicador para pisar con cuidado. En cambio los críticos del Ejecutivo Nacional, sobre todo en la alianza de Hugo Moyano y Luis Barrionuevo ya anticiparon que no tendrán reparos en acelerar a fondo por los adicionales que consideran “imprescindibles”.
Desde el bloque industrial de la CGT de Antonio Caló algunos sindicatos aguardarán hasta que aclare, tomando nota incluso de los últimos cambios en el Banco Central y el lanzamiento de otra nómina de productos de los precios cuidados. A regañadientes claro, por la experiencia que consideran de impacto relativo.
Hay variantes. Smata posee la gratificación anual incorporada, en su convenio, sin perjuicio de que siguen bregando por mantener los puestos de trabajo y resaltaron las medidas del gobierno para reactivar el sector automotriz. La Uocra logró a fines de 2013 un bono de $3.000, por lo tanto para este año no se anticiparán en el pedido, otro tanto los Textiles de Jorge Lobais. Mercantiles abrió canales años atrás para buscar gratificaciones en los supermercados y para esta oportunidad irían por la misma vía. “No es que lo descartemos, es que no queremos anticiparnos demasiado”, confió una fuente de la CGT más afín al Gobierno.
La estrecha franja de los gremios “no alineados” en central alguna, ofrecen datos concretos, Alimentación, que pulsó para homologar su “satisfactoria” paritaria cuenta con el beneficio adicional. La Asociación Bancaria por su parte consagra con fecha precisa el bono, 6 de noviembre el día de los trabajadores de ese sector, se trata de $5.500. “Más allá de esto existen entidades que gratifican a su personal para el cierre de ejercicio, en algunos casos”, precisó un vocero de la Bancaria.
La modalidad en este sector no es novedad, en la década del 80 con plena expansión en plaza, ocasión en la que adquirió entre otros al Banco Delta y al Rural, el Banco Río abonaba a sus empleados un aguinaldo adicional junto a los ingresos anuales complementarios de julio y diciembre.
En la central de Azopardo, Hugo y Pablo Moyano realzan calendario en mano su poder de negociación con las empresas para consagrar al bono de fin de año como un “derecho adquirido”. El año pasado obtuvieron entre $2.500 y $6.000 que se liquidaron en febrero. Aguas y gaseosas tuvo ese adicional de $5.500, lacteos $3.500 y los trabajadores de Oca Correo, hoy auspiciante de la casaca del club Independiente que preside Hugo Moyano percibieron por bono $5.600. Ante la posición contraria de la Casa Rosada para estas gratificaciones y su homologación por el Ministerio de Trabajo, Camioneros fue terminante. “Esta cuestión pasa por el acuerdo de empresarios y el sindicato”, consideró Pablo Moyano y acotó “si lo homologan o no es cuestión de ellos”.
En esa misma CGT, el sindicato docente Udocba, que lidera Miguel Díaz había pugnado el año pasado por obtener un bono a modo de compensación por el “deterioro” del salario docente. En este último trimestre desde ese sindicato le resaltaron a este diario que mantendrán su tesitura por la reapertura de las paritarias y un básico de $6.400. Y desarrollaron movilizaciones y huelgas en los últimos meses.
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