Los dirigentes coinciden en que hay otras prioridades para ocuparse, como el mal estado de los edificios escolares.
Un tema ríspido para los educadores. El plan del ministro de Educación y Deportes de la Nación, Esteban Bullrich, que propone evaluar a los docentes de todo el país para mejorar los niveles de calidad provocó un rechazo mayoritario de gremialistas consultados por El Tribuno. Coinciden en que hay otras prioridades en las cuales ocuparse, como el mal estado de los edificios escolares y la falta de equipamiento y elementos en general.
Vidal Eloy Alcalá, secretario general de AMET, opinó que "el plan estaría bueno si se mejoraría el sistema. Pero en Salta, hacer hoy una evaluación de calidad está bastante complicado, hay muchas cosas que faltan en las instituciones como para que el docente pueda entregar todo lo que sabe".
Y seguidamente dio un ejemplo contundente: "En las escuelas agrotécnicas los chicos no pueden realizar sus prácticas porque muchas veces no tienen el equipamiento necesario, no tienen en el campo lo que realmente necesitan. Tampoco cuentan con los espacios. Faltan cosas que inciden en la calidad educativa. De todos modos, puede servir como punto de partida para analizar justamente todo esto que hoy nos está faltando", detalló.
Patricia Argañaraz, titular de la ADP, se manifestó en contra del plan. "Por eso hay una fractura más que importante entre CTERA y el Gobierno nacional. Creo que antes de evaluar a los docentes hay que ver la calidad educativa y la inversión educativa. No podemos hablar de calidad si no hay inversión", dijo.
La sindicalista salteña aseguró que hay una lista larga de instituciones que solicitaron diversas refacciones y hasta ahora no las pueden realizar debido a que no reciben el dinero. "Este plan sería bastante riesgoso para las provincias. Estuvimos reunidos con los colegas del norte y ninguna institución está en óptimas condiciones para medir la calidad educativa, menos el rendimiento de los docentes que ahora se pretende hacer por primera vez", expresó Argañaraz.
Los dirigentes coinciden en que "las mejoras en el sistema no tienen que ser a costas de una persecución a los docentes, sino que se debe corregir y ayudar a mejorar las prácticas educativas".
MÁS POSTURAS EN CONTRA
Para el profesor Guillermo Burich, de la seccional local de UDA, "la educación es un constante feedback entre docente-alumno y docente- directivo; el docente siempre está siendo evaluado. Cada alumno es un sujeto particular y diverso. No se puede mercantilizar la educación, pruebas estandarizadas son un gran negocio de las empresas evaluadoras y tienen como fin el vaciamiento de la escuela pública".
De acuerdo a Burich, la educación no se puede tomar como un producto o un bien material, debido a que esta tiene una diversidad de factores que hacen a cambios de conducta de un sujeto y no solo en una área o asignatura determinada. Cree que tampoco se puede hablar de calidad educativa, cuando hay constantes recortes en educación.
38 mil docentes aproximadamente están en actividad en Salta, según datos oficiales. En el país son más de un millón.
Por su parte, Eva Erazo, de Tribuna Docente, denunció que se quiere adaptar la educación argentina a los parámetros del mercado, introduciendo el salario por mérito y la diferencia del presupuesto al interior del sistema educativo. "Con esto se esconde el desguace completo del sistema porque se deja librado a las posibilidades de las familias y municipios el desempeño de las escuelas, en tanto la financiación estará atada a la evaluación de calidad de docentes y estudiantes", señaló Erazo.
Desde que se lanzó el plan Compromiso por la Educación, que prevé evaluar a los docentes, además de los alumnos y las escuelas, el Ministerio de Educación de Salta aún no recibió directivas a nivel nacional al respecto. Por el momento, no habrá operativos de evaluación de docentes, pero si de los chicos. En octubre se realizará Aprender, que alcanzará a más de 48 mil alumnos salteños.
INTERROGANTES DE LA PRUEBA
En la actualidad, en la Argentina ya existe una evaluación de desempeño a los maestros, en la que intervienen directivos y supervisores. Si bien la "nota de concepto" puede influir en la carrera de ascenso docente, no está sujeta al salario y en muchos casos queda como una simple formalidad anual.
Tras el lanzamiento de la evaluación a los responsables de educar a millones de chicos, surgen los interrogantes en el sector: ¿cómo podría ser el formato de una evaluación?, ¿sería optativa u obligatoria?, ¿qué pasa con los maestros que dan clases en más de una institución?, ¿quién evaluaría?
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