El gobierno ofreció en ambas oportunidades un aumento de 900 pesos, aunque con dos conformaciones distintas, lo que fue rechazado por los gremialistas porque no están incluidos en el básico. Ante las cerradas negociaciones, las partes volverán a encontrarse durante la mañana de hoy y se evaluará si puede haber alguna modificación en la propuesta oficial.

Así fue informado tras la reu-nión que encabezó la ministra María Julia Acosta, por el subsecretario de Planeamiento Educativo, José Ariza. La última oferta estatal, según señaló el funcionario de la cartera educativa, fue un aumento salarial de 900 pesos que sería integrado de la siguiente forma: un tercio remunerativo y bonificable, es decir que impacta en los adicionales de zona y antigüedad ; un tercio remunerativo no bonificable, es decir que va a los aportes jubilatorios, y el resto ni remunerativo ni bonificable sólo para aquellos que están frente alumnos.

“Ellos directamente rechazaron porque el aumento no va al básico ni modifica el punto índice”, explicó Ariza, quien detalló que “con esta propuesta el docente que menos cobraría sería 3780 pesos, lo que lo colocaría por encima del piso paritario nacional a partir del 1º de marzo, eso es lo que están rechazando”. Ariza señaló que actualmente el maestro de grado que menos cobra recibe 2880 pesos. Y el equivalente de un docente secundario, es el que tiene 15 horas cátedra.

El funcionario dijo que “vamos a evaluar una nueva propuesta” para llevar a la mesa de negociación en la mañana de hoy.

La primera reunión se realizó desde las 11.30 en la sede del Ministerio de Educación, donde desde el gobierno se ofreció un incremento de hasta 900 pesos, de los cuales 700 serían incorporados paulatinamente al básico en tres etapas hasta noviembre próximo. Y los 200 pesos restantes serían una compensación para material didáctico, específicamente para aquellos docentes que están frente al aula.

De esta forma, se mejoró en 150 pesos la primera oferta salarial que había propuesto el gobierno el pasado 8 de febrero en la primera reunión y que tuvo como respuesta el rechazo cerrado del arco gremial.

La postura gremial se había cerrado en llevar el mínimo a 4000 pesos y elevar el monto por punto índice.