La actividad viene a darle seguimiento a las temáticas abordadas en el taller del año pasado sobre la grave situación que viven trabajadores y trabajadoras de FritoLay (PepsiCO), por la carga laboral y los ritmos intensos de trabajo.

Profundizar en estas problemáticas, compartir lo aprendido en la lucha por mejores condiciones de labor en otras latitudes, identificar y evaluar los riesgos de seguridad y salud en el trabajo, avanzar en los objetivos fijados en la pasada actividad, son algunos de los desafíos del Taller.

Después de los saludos iniciales a cargo de Luis Tomas, secretario general del Sitrafritolay, Daniel García, representante de la Rel UITA y David Morales, representante de la Regional en Guatemala, tomó la palabra Francisco Mendoza, presidente de la Comisión Nacional Tripartita de Relaciones Laborales y Libertad Sindical.

“Hay que impulsar la cultura preventiva en el trabajo, con una mirada especial hacia los efectos del cambio climático y como afectan las relaciones laborales y cualquier actividad económica que se realizan en el país”, dijo.

“Como Comisión Nacional Tripartita hacemos un llamado para que unamos esfuerzos, avanzando en temáticas fundamentales como la libertad sindical, la promoción de los derechos, la inclusión de estas temáticas en los pactos colectivos”, agregó Mendoza.

La actividad contó con la presencia virtual del doctor Roberto Ruiz, médico especialista en medicina laboral y director del Departamento de Salud y Condiciones de Trabajo de la Rel UITA, así como de varias organizaciones sindicales afiliadas a Festras.

“Me siento inútil”

Previo a la participación y disertación de Mynor Mejía, jefe de la sección de Seguridad e Higiene y Prevención de Accidentes del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), estudiantes de la facultad de medicina de la Universidad de San Carlos (USAC) e Isabel Velásquez del Ministerio del Trabajo, tomaron las palabras algunas de las trabajadoras de FritoLay más afectadas por las LER.

Las dolorosas experiencias y condiciones de vida de Coralia Tepeu, Angélica Ramírez, Rosa Marina López y María Patzán quedaron plasmadas dramáticamente en la mente de todos los asistentes.

Lo relatado puede resumirse en el testimonio de una de ellas: “Me siento inútil porque me cuesta hacer lo que siempre he hecho en la empresa y tengo miedo a operarme porque no sé cómo voy a quedar. El dolor es constante y sabemos que todo se debe a la velocidad de la máquina y a la cantidad de movimiento repetitivos que nos toca hacer.

Si estoy aquí y si aún tengo un trabajo es solamente gracias a este Sindicato, que defiende nuestros derechos y que lucha para que las cosas cambien”.