El directivo cegetista Gerardo Martínez le pidió a la central obrera norteamericana, la AFL-CIO, que medie ante el gobierno de Joe Biden para que nuestro país pueda cerrar un mejor acuerdo con el Fondo. Cómo son los detalles de las tratativas
Por Ricardo Carpena
En un hecho inédito, la Confederación General del Trabajo (CGT) le pidió a su par de EEUU, la AFL-CIO, la poderosa central obrera norteamericana, que representa a más de 12 millones de trabajadores, que medie ante el gobierno de Joe Biden con un objetivo: que el Fondo Monetario Internacional (FMI) acceda a flexibilizar su postura en la negociación para revisar el acuerdo con la Argentina.
El ministro de Economía, Sergio Massa, enviará en estos días a Washington a una delegación encabezada por los funcionarios Leonardo Madcur y Gabriel Rubinstein para avanzar en un acuerdo técnico que establezca nuevas metas fiscales, monetarias y de reservas para lo que resta del año, luego de que se encaminaran las negociaciones por el pago de USD 2.700 millones al Fondo.
La gestión de la CGT, de la que están al tanto Alberto Fernández y Massa, fue iniciada por el secretario de Relaciones Internacionales de la CGT, Gerardo Martínez (UOCRA), quien mantiene una excelente relación con la presidenta de la AFL-CIO, Liz Shuler, y también con diplomáticos de EEUU a partir de su tarea como miembro del Consejo de Administración de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT).
El presidente de EEUU, Joe Biden, y la titular de AFL-CIO, Liz Shuler
En las conversaciones entre Shuler y Martínez surgió el pedido para que la central obrera norteamericana medie ante el gobierno de Biden para que se contemple el pedido argentino y el mensaje le llegue a la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva. “La postura es ver cómo modificamos ciertas decisiones que tienen un encuadre político por parte del Fondo Monetario Internacional para atender las realidades que se dan en muchas de nuestras naciones en América Latina y particularmente en la Argentina”, dijo a Infobae el líder de la UOCRA.
“Dentro de la administración Biden -resaltó-, la Secretaría de Trabajo mostró una gran preocupación por el impacto que genera para los países en vías de desarrollo, endeudados y comprometidos con el FMI, para que haya márgenes de mayor flexibilidad, atendiendo los potenciales de riesgo que generaron la sequía y la inflación que se da en el mundo por la guerra de Ucrania y Rusia”.
Martínez afirmó que el gobierno de Biden lanzó una propuesta en todo el mundo llamada “M-Power”, que “garantiza un capítulo de negociación que se debe dar en distintos países para mejorar las condiciones sociolaborales a partir del protagonismo de las centrales sindicales de cada nación”.
Dirigentes de la CGT, tras la reunión con Wendy Sherman, del Departamento de Estado de EEUU, y el embajador Marc Stanley
Esa iniciativa impulsada por EEUU, según el directivo de la CGT, brinda el marco ideal para que “se genere un debate para que quienes tienen la responsabilidad de gobernar atiendan las necesidades de los trabajadores en este momento tan dramático que se vive en la región”.
“El compromiso que tiene la administración Biden cuando lanza este proyecto M-Power está relacionado con mejorar los resultados y el impacto de los ajustes que genera en los distintos países para que no haya una presión tan fuerte sobre los trabajadores y se articule un diálogo social con la participación de las distintas centrales sindicales”, enfatizó Martínez.
El sindicalista puntualizó que a M-Power “se están sumando otros países para tratar de generar una cuestión más inclusiva en el respeto de la voz de los trabajadores en cada uno de los países, particularmente en nuestra región”, y sostuvo que la AFL-CIO interviene “al ver que hay un espacio por parte del gobierno norteamericano en atender la voz que representan las centrales sindicales”.
Ese fue uno de los ejes de la charla que una delegación de la CGT mantuvo en Buenos Aires el 15 de abril pasado con la subsecretaria de Estado de Estados Unidos, Wendy Sherman, y el embajador de ese país en la Argentina, Marc Stanley. Formalmente, según informó la central obrera, hablaron sobre “la situación socio-económica nacional, la visión sindical sobre el diálogo social y la búsqueda de consensos”. En concreto, allí conversaron sobre el proyecto M-Power y la idea de la dirigencia cegetista de buscar algún tipo de ayuda para que el FMI flexibilizara su posición ante la Argentina. De ese encuentro participaron dirigentes como Martínez, Andrés Rodríguez (UPCN) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), del sector independiente e integrantes de la alianza que maneja la CGT.
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