Durante poco más de una hora y media, este martes en el Ministerio de Trabajo de la Nación se cumplió la tercera audiencia entre la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra) y la representación de SanCor cooperativas Unidas Limitada.
Por: Elida Thiery.
Claramente el encuentro fue tenso porque hace casi un mes que la cooperativa tiene todas sus plantas y centros de distribución bloqueados, a partir de un esquema de asambleas durante seis horas en cada uno de los turnos de trabajo promovido por los sindicalistas.
Está imposibilidad de trabajar, de producir, de vender, de cobrar, hace que la empresa se encuentre en una situación de ahogo. Sin embargo, Atilra persiste en sus protestas con el argumento de que hay grandes atrasos salariales. Se sabe, de todos modos, que el objetivo final de estos condicionamientos es encontrar fondos para conformar finalmente el fideicomiso que ha promovido desde hace dos años el gremio, junto con un grupo de empresarios ajenos al sector lechero.
A través de las actas del encuentro que la propia Atilra se encargó de difundir durante esta tarde, se pueden conocer alternativas de reclamo por parte el sindicato y la respuesta que dio a estos planteos la cooperativa láctea.
En e texto se intenta esquivar el objetivo definitivo que es la presión para que se lleve adelante una maniobra que rozaría lo ilegal, que es cambiar las garantías que tiene Sancor frente a por ejemplo AFIP, para poder avanzar en el famoso fideicomiso, que todavía no pudo conseguir fondos públicos, pero tampoco privados, e incluso está a punto de caducar en sus plazos.
Si bien el gremio esgrime a través de la figura de su abogado, Alberto Coronel, que la cooperativa no tiene propuestas para salir de esta situación de demora en el pago de salarios, a pesar de los acuerdos oportunamente firmados en esta misma instancia de gobierno en agosto de 2017, la documentación oficial indica lo contrario.
El acta dice que sobre el final de la reunión se presentó una propuesta concreta para regularizar la situación de los trabajadores en un plazo de 60 días. Como primera instancia los salarios de octubre y noviembre se pagarán en el transcurso de este mes y el próximo.
Sancor al mismo tiempo propone recuperar la pauta de ajuste salarial del 5% mensual en el marco paritario, desde el mes de enero.
En este propuesta, los salarios de diciembre podrían ser pagados en tres tramos, el 4, 15 y 22 de enero, agregando el 50% del aguinaldo en ese mes; y lo restante en el mes de febrero.
Cabe destacar que la imposibilidad de facturar para la cooperativa es un impedimento para recuperar la condición salarial de los trabajadores. Sin embargo existe esta predisposición y queda asentada ante el Ministerio de Trabajo de manera formal, con lo cual se entiende la liquidez para tal fin.
Por supuesto que Atilra no estuvo de acuerdo ni firmo una aceptación, y a partir de ahora y tal como lo dice el funcionario actuante de Trabajo, ahora se elevará la situación para conocimiento y consideración de las autoridades máximas de la cartera laboral.
Esta es una instancia más de incomodidad que encuentran muchos funcionarios del Gobierno frente a este reclamo violento que hace el gremio, situación que incluso se cita con nombre y apellido en casos puntuales dentro del acta. La empresa denuncia presiones a trabajadores para que le envien a la Cooperativa telegramas reclamando las deudas que incluso se remontan al año 2016, y este hecho debe reportarse por foto a los delegados de cada planta.
La tirantez se hace más compleja para los funcionarios nacionales en medio de la definición de los comicios de segunda vuelta, mientras existe un silencio sospechoso en ámbitos provinciales, sobre todo en Santa Fe, donde está puesto el eje del conflicto desde la ciudad de Sunchales.
Desde Sancor, en la reunión se pidió la intervención y la conciliación obligatoria en el conflicto y se espera una respuesta a tal fin, pero todo coincide con una fecha clave que es la de este 15 de noviembre.
Tal como advertía la Comisión Nacional de Valores (CNV) en el documento que publicáramos hace algunos días, este 15 de noviembre opera el plazo máximo que tiene el fideicomiso para conseguir fondos y así realmente constituirse. Al no existir respuesta favorable de acceso a dineros públicos, al no haber podido tramitar fondeo por parte de privados, Fidulac SA cómo responsable de este esquema, y el propio Atilra como promotor de la conformación de un fideicomiso, terminarían quedando en la nada. Esto está lejos de ser una mala noticia, pues su conformación podría dejar en la calle a 899 personas, a las cuales se les podría agregar todo el personal de la planta de Sunchales.
Con este formato que fue presentado como un salvataje para la cooperativa láctea, terminaron siendo los organismos oficiales los que demostraron que no sería más que el punto final para la misma.
Hace seis años que SanCor se está reestructurando, pero durante los últimos dos ejercicios, perdió tiempo de negociación para encontrar otras alternativas que realmente le permitan trabajar de mejor manera, cumplir con los trabajadores y a la vez con los 235 socios-productores, que son sus reales dueños, a partir del constante hostigamiento.
Con los bloqueos del último mes, con el desecho de materia prima vencida por imposibilidad de proceso, se han perdido negocios y compromisos incluso en la planta de San Guillermo, dónde se tiene un acuerdo actual con un tercero para la producción a fasón de queso de pasta blanda.
Aunque SanCor sostiene instancias alternativas de diálogo con Atilra para encontrar soluciones, la expectativa de trabajadores presionados por el sindicato, pero también de quiénes forman parte de la estructura de SanCor, es que esto se descomprima y se vuelva a la tarea habitual.
La tensión que le ha puesto el sindicato a estas últimas semanas en un marco donde la política y las elecciones van marcando un ritmo mucho más acelerado a la economía y al ánimo de las personas, han sido una mala combinación.
Será mañana -15 de noviembre- una instancia clave para el conflicto que lleva años, que necesita certezas y que no he encontrado nada más que aprietes por parte de la representación gremial.
Entre odios y amores, SanCor demuestra que el ahogo fue mucho, pero que todavía le queda oxígeno para seguir respirando.
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