Por: Pablo Maradei.

En el río revuelto que es el peronismo bonaerense, la familia Moyano ve posibilidades de insertarse en la política a través de su partido, el CET (Cultura, Educación y Trabajo). El acto de Máximo Kirchner en La Plata en el cierre de la semana pasada fue una demostración de poder al gobernador Axel Kicillof si de intendentes presentes hablamos. En la coyuntura lo que está en juego es su reelección como presidente del PJ Bonaerense. Más a largo plazo diagramar el ajedrez del peronismo en ese distrito con vistas a las elecciones de medio término.

Es en ese hito de 2025 donde quiere mellar la familia Moyano: existen algunos sindicatos que apoyan la maniobra electoral en busca de oxigenar al peronismo.

Pero no solo el sondeo es con pares, sino también con concejales e intendentes con los que, por ejemplo, tiene llegada Facundo Moyano, quien también forma parte de la jugada familiar.

Aunque todo se está gestando y son los primeros pasos, la movida también le da un apoyo colateral a Axel Kicillof en su disputa con La Cámpora y la familia Kirchner. Kicillof sin el apoyo explícito de Cristina ¿cuántos votos sacaría? Si no hay acuerdo, el peronismo iría dividido y si el gobernador pierde, quedaría sepultado su proyecto presidencial de 2027.

De prosperar un acuerdo implícito con los Moyano y habiendo Huguito ganado la diputaciòn ¿irá el ministerio de Trabajo provincial? Es una duda que surge en estos tiempos en que algunos dirigentes se quejan de que Walter Correa «se dejó cooptar» el ministerio por parte de la CTA; y cuestionan su trabajo en el área.