La interna de la CGT se convirtió en una caja de sorpresas. Con la pulseada abierta entre los gremios mayoritarios, por un lado, y una alianza circunstancial entre Hugo Moyano y Luis Barrionuevo, por otro, la novedad promete surgir de este último sector: Pablo Moyano, hijo mayor del camionero, se perfila como candidato a secretario general de la central en una eventual reestructuración.
Sus impulsores lo imaginan como la contracara ideal de Héctor Daer, el postulante más firme de los "gordos" de los grandes gremios de servicios y los "independientes" de buen diálogo con el Gobierno.
El actual secretario adjunto de la seccional Buenos Aires del sindicato de choferes empezó a sonar fuerte para la inminente disputa entre sectores en los últimos días, una vez que se consolidó una línea disidente en CGT que tiene como objetivo común bloquear el plan hegemónico de los espacios mayoritarios. Y si bien el hijo mayor de Moyano no tiene consenso pleno ni siquiera entre los aliados de su padre al menos sus estrategas creen que terminará por capitalizar el peso de Camioneros y parte de la influencia vigente de Hugo.
El proyecto es concordante con una variación sutil de su perfil en los últimos meses. Quienes tratan a diario a Pablo Moyano avisan que dejó de ser el gremialista de confrontación permanente -una suerte de "policía malo" en el binomio con su padre- para cultivar un carácter más negociador tanto en los espacios internos de la CGT como en los del PJ, adonde ocupa un cargo en la estructura bonaerense.
Un primer obstáculo que deberá sortear es la resistencia de algunos núcleos que se referencian con Moyano. Entre ellos, el propio triunviro de CGT Juan Carlos Schmid, que de hecho llegó a ese cargo con la bendición del jefe de familia y así relegó al propio Pablo, a quien impulsaban otros dirigentes del mismo grupo. La incógnita será la postura del denominado "moyanismo civilizado" que tiene diálogo con "gordos" e "independientes" y que en última instancia apostará por un consenso en el recambio.
Ese sector se reunió este lunes en el sindicato de empleados de AFIP (Aefip) con la presencia de Schmid, Carlos Frigerio (cerveceros), Jorge Sola (seguro), Julio Piumato (judiciales), Aníbal Torretta (municipales porteños), Domingo Moreyra (ceramistas), Raúl Epelbaum (señaleros), un delegado del panadero Abel Frutos y los anfitriones Guillermo Imbrogno y Pablo Flores. Los gremialistas debatieron sobre el proceso de reestructuración en la CGT, que para los gremios mayoritarios deberá desembocar en un congreso normalizador en agosto con la elección de nuevas autoridades en reemplazo del triunvirato que integran Daer, Schmid y Carlos Acuña.
Entre los más convencidos de impulsar a Pablo Moyano figuran Sergio Sánchez, sucesor de Facundo Moyano en el gremio de peajes Sutpa, Omar Plaíni (canillitas) y Juan Pablo Brey (aeronavegantes), así como otros que se habían alejado de la CGT cuando el hijo del camionero quedó relegado por Schmid, como el docente bonaerense Miguel Díaz (Udocba) o el farmacéutico Marcelo Peretta.
Hoy la familia Moyano podrá contabilizar muestras de lealtad en el acto que cerrará Hugo en el microestadio de Ferrocarril Oeste para conmemorar, desde las 19 junto con las dos CTA y la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), la primera huelga contra la dictadura lanzada por el grupo de "Los 25" y Saúl Ubaldini, en 1979.
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