Incertidumbre en la CGT por la postura del oficialismo ante la discusión por la reforma laboral

Incertidumbre en la CGT por la postura del oficialismo ante la discusión por la reforma laboral

Ante la nueva reunión de la Comisión de Legislación Laboral, no hay certeza si los diputados de La Libertad Avanza apoyarán las propuestas del radicalismo y el PRO, ahora que se rompió la tregua con la central obrera. Qué cambios se intentan aprobar en el Congreso.

Luego de varias al menos cuatro veces el año pasado, la Comisión de Legislación Laboral volverá a intentar hoy martes consensuar una serie de proyectos que reforman leyes vinculadas al mundo del trabajo. Las iniciativas de diversos bloques apuntan a cambios en la vida interna de los gremios, como su financiamiento, lo que es rechazado por la dirigencia, que alerta que lo que se busca es “terminar con el modelo sindical argentino”. Después de meses de silencio, la comisión reanuda de forma repentina la actividad, lo que hace pensar que está vinculado con el anuncio del tercer paro nacional por parte de la CGT. Si bien el llamado lo hace el radical Martín Tetaz, el oficialismo no trabó la propuesta, como hizo en el pasado, donde los diputados de La Libertad Avanza no firmaron el dictamen propuesto, haciendo que se caiga la posibilidad de tratamiento.

Ahora, con la relación entre la Casa Rosada y la central obrera en proceso de tensión, podría cambiar la ecuación, y conseguir los votos para empezar la reforma, que cuenta con aval de la UCR, el PRO y el rechazo taxativo de Unión por la Patria. Hasta ahora los indicios no son claros, y de ambos lados del mostrador no se animan a adelantar qué puede pasar cuando cerca dl mediodía comience a sesionar la comisión.

Según la información parlamentaria disponible, Tetaz, presidente de la Comisión de Legislación del Trabajo, convoca para este martes a las 10.30 en la Sala 4 del Anexo de la cámara baja a una nueva sesión, cuyo objetivo es “iniciar el estudio de una decena de iniciativas” vinculadas a leyes laborales. El temario de la reunión incluye proyectos de Luis Picat (UCR), Marcela Campagnoli (CC), Gerardo Milman (PRO), Tetaz (UCR), Marcela Pagano (LLA) y Ricardo López Murphy (RU) que apuntan a eliminar la llamada “cuota solidaria”, que es el aporte que realizan los trabajadores no afiliados a su sindicato cuando este firme una paritaria.

En su iniciativa, Tetaz plantea que las asociaciones sindicales no podrán “establecer, exigir ni imponer, aportes a los empleados de manera obligatoria y que para cualquier tipo de descuento del salario se requerirá autorización expresa del trabajador”. Por otra parte, se informó que hay un proyecto de Fabio Quetglas (UCR), que contempla el límite de las reelecciones indefinidas de líderes gremiales, la presentación de declaraciones juradas y la publicación obligatoria de informes financieros por parte de los sindicatos.

La reactivación de la discusión parece vinculada al anuncio del tercer paro general, que generó un quiebre en la relación de la CGT con el oficialismo, que pese a los altibajos mantenía el diálogo abierto. Pese a esto, no está garantizada la aprobación, en parte porque no se sabe bien qué harán los legisladores libertarios.  “No hay precisiones sobre lo que pueda pasar en la reunión”, adelantó un dirigente de la CGT, ante la consulta de Data Gremial. Lo que tienen claro en Azopardo es que habilitar esta discusión es parte de la reacción por el paro general.

“Desde siempre dijimos que vienen por los convenios, por las paritarias y por el modelo sindical. Lo intentaron con el DNU 70 y la Ley Bases, y como la justicia lo suspendió aparecieron estos proyectivos”, agregó el mismo dirigente consultado. Ya en su momento, los dirigentes de la cúpula cegetista la pidieron al secretario de Trabajo Julio Cordero que no avance por estas cuestiones, y hasta que el dialoguismo se mantuvo esto se cumplió. Pero ahora todo parece perderse por la nueva postura.

Financiamiento

El tema del financiamiento es clave para los gremios, que ya alertaron cuando se sacaron los aportes empresariales obligatorios que el siguiente paso era apuntar a la cuota solidaria. Lo que no está claro es si el pedido es de los bloques involucrados o del gobierno, para incorporar una cuestión de presión en medio de la disputa actual. Se trata de los aportes que se descuentan de forma automática a los trabajadores, incluso a quienes no están afiliados al gremio. Esa retención no se consulta ni se negocia. Los proyectos afirman que todo descuento debe contar con autorización.

“El aporte tiene que ser voluntario, no una obligación arbitraria”, señalan desde los bloques que impulsan la modificación. Buscan que cada trabajador decida si aporta o no. El otro eje clave del debate es la duración de los mandatos sindicales. Muchos dirigentes permanecen décadas en los cargos. Algunos desde los años noventa. “No puede haber liderazgos eternos”, advierten los autores de las propuestas.

La eliminación de la reelección indefinida aparece como punto central. Se trata de terminar con el ciclo de renovación bloqueado. El oficialismo anterior nunca habilitó ese debate. Ahora la oposición lo empuja con más fuerza. Uno de los proyectos más ambiciosos lleva la firma de la diputada Roxana Reyes. Es representante por Santa Cruz y también del radicalismo. Tituló su iniciativa “Democracia Sindical”. Propone “más libertad, más control y más participación”. Reyes explicó los motivos de su iniciativa con una frase contundente. “Los sindicalistas y los políticos no son intocables”.

Así lo dijo en declaraciones públicas. Considera que los gremios deben recuperar representatividad real y dejar de ser refugios de poder. La propuesta incluye además la implementación de la Ficha Limpia Sindical. Eso impediría que se presenten como candidatos quienes tengan condenas, deudas alimentarias o causas por obstrucción de vínculos familiares. Se trata de transparentar el sistema desde la base. La iniciativa también apunta al patrimonio de los dirigentes. Exige la presentación obligatoria de declaraciones juradas. La idea es que los líderes gremiales informen públicamente sus bienes antes, durante y después de su mandato.

Antecedentes

El nuevo intento de discutir estas leyes se reactiva en medio del aumento de la presión sindical contra el modelo libertario, lo cual es aprovechado por Tetaz, que viene presionando para cumplir con sus promesas de “democratizar” el sector. En noviembre del año pasado, el oficialismo, el PRO, la UCR y otros dialoguistas no pudieron alzarse con un dictamen de mayoría sobre un texto consensuado de reforma sindical. Igualmente se convocó a una sesión, que previsiblemente fracasó por falta de quórum.

Pero dos meses antes, incluso La Libertad Avanza -por un acuerdo que habría habido entre el Gobierno y la CGT- tampoco había estado dispuesto a avanzar con el tema. Además de este fracaso, hubo otro pedido de tratamientos, y si bien en la reunión participaron 31 integrantes, solamente 15 firmaron ese despacho, dado que el presidente del bloque de Encuentro Federal, Miguel Pichetto, se opuso a poner su rúbrica. En ese momento, Tetaz envió una carta al presidente de la cámara de Diputados, Martin Menem, para pedir que se incluya en la sesión ese expediente, a fin de determinar su validez, pero como eso no ocurrió solicitó la sesión especial. Tampoco pudo avanzar.

Estos temas que buscará llevar al debate parlamentario también forman parte de iniciativas más abarcativas, que se tratan de una reforma laboral que contenga modificaciones en el mundo sindical. Son los proyectos de Verónica Razzini (PRO), María Eugenia Vidal (PRO) y Rodrigo De Loredo (UCR), que poseen giro a más comisiones, pero también fueron incluidos en el temario. Otra medida destacada es el cupo de género obligatorio.

Las listas de autoridades gremiales deberán respetar la paridad. Las mujeres y disidencias tendrán garantizada su participación en los órganos de conducción. No podrán quedar afuera. Los proyectos también proponen el voto obligatorio. Se aplicaría a la elección de delegados y autoridades. Hoy la participación es baja. La idea es ampliar la base electoral y garantizar legitimidad. “Los trabajadores tienen que elegir con libertad”, repiten los impulsores.

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