Desde Mar del Plata, el triunvirato que lidera la central sindical criticó el incumplimiento del compromiso de frenar los despidos y advirtió que no aceptará topes en paritarias. El jueves 2 se reunirá el consejo directivo para definir si habrá medidas de fuerza.
El asado que todos los veranos organiza Luis Barrionuevo en el hotel de los gastronómicos en Mar del Plata no fue esta vez el típico encuentro playero de los dirigentes sindicales. La reunión de ayer tuvo como comensales a los integrantes del triunvirato que conduce la CGT –Juan Carlos Schmid, Héctor Daer y Carlos Acuña–, que tras los postres ofrecieron una conferencia de prensa en la que abundaron críticas a la política económica de Mauricio Macri, reproches por “incumplimiento empresario” al compromiso de frenar despidos firmado con el Gobierno, y advertencias al Ejecutivo: “No vamos a dejar que caigan los convenios colectivos de trabajo ni a permitir que se ponga tope a las paritarias”. También alertaron sobre “un incremento muy grande de la tensión social”.
Las declaraciones oficiaron como anticipo de un plan de acción en el que –como fue habitual durante el año pasado– no descartaron un paro general. El consejo directivo de la CGT se reunirá el próximo jueves 2 para evaluar posibles medidas de fuerza.
Daer lanzó la primera advertencia: hay un “incremento muy grande de la tensión social”, dijo, y sostuvo que el Gobierno “no tiene una actitud imperativa con los empresarios” ante los despidos. También señaló que “hubo un incumplimiento total del acuerdo firmado” entre el Gobierno, los sindicatos y las cámaras empresarias.
“No hay una a favor de los trabajadores, son todas en contra, y empezamos con el decreto que anuló la ley antidespidos. También hubo un acuerdo para aprobar la modificación en la ley de las ART, se aprobó en el Senado y resulta que sacan un DNU anticipándose lo que se iba a tratar en la Cámara de Diputados”, continuó el dirigente de Sanidad y diputado massista, que también señaló que la CGT reclama la “rectificación” del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) con que el Gobierno dispuso que el 24 de marzo no fuera un feriado fijo.
“Con este panorama de despidos y suspensiones no podemos entablar ningún diálogo, y menos discutir paritarias hasta que no se terminen los despidos”, sumó Schmid. “La economía no ha arrancado y ellos no tienen ni idea, por eso hay que olvidarse que vamos a discutir una paritaria de alrededor del 20 por ciento. Ante la pérdida del poder adquisitivo del año pasado, más los aumentos de los servicios y otros rubros este año, no vamos a discutir con ningún tope”, dejó en claro el sindicalista de Dragado y Balizamiento, quien preside la Confederación de Trabajadores del Transporte.
Acuña señaló que la actitud el Gobierno no le deja margen de negociación a la conducción cegetista: “Con su indiferencia y apatía sobre la masificación del despido, y este erróneo enfoque económico, lo que está haciendo, junto al sector empresario, es minar la confianza de llegar a tener acuerdos de mayor alcance”, señaló el sindicalista de las estaciones de servicio, referente barrionuevista en la central sindical.
Ante la consulta de cómo afrontará la CGT el panorama que los propios dirigentes describieron en Mar del Plata, Daer dijo que volverán a convocar a todos los sectores y se tomarán “todas las medidas de fuerzas que sean necesarias en el momento que haya que hacerlas”.
“¿Se evalúa un paro general?”, le preguntaron.
“Hoy no es una reunión de consejo directivo y tenemos que ser respetuosos de la institucionalidad que tiene la CGT”, respondió Daer.
El consejo directivo de la central obrera ya tiene fijada su convocatoria: será el próximo jueves en la tradicional sede de Azopardo. Allí, no sin un fuerte debate interno, se definirá si habrá o no medidas de fuerza ante la presión de los gremios sobre los que la recesión golpeó fuerte con cierres de fuentes de trabajo, despidos y suspensiones.
El propio Schmid reconoció luego que “muchas comisiones internas” les están exigiendo a los líderes sindicales la realización de un paro para intentar torcer el rumbo de la política económica.
De la rueda de prensa solo participó el triunvirato cegetista. Del asado y el debate, regados con buen vino, también participaron Omar Maturano (La Fraternidad), Julio Piumato (judiciales), Guillermo Pereyra (petroleros) y Facundo Moyano (peajes). Además de Francisco “Barba” Gutiérrez (UOM), Roberto Coria (guincheros), Walter Anchaval (camioneros), Abel Frutos (panaderos), Amadeo Genta (municipales) y Rubén Sandoval (perfumistas), entre otros. Pero no fueron de la partida, aunque tenían mesa y silla reservadas, ni el camionero Hugo Moyano ni el metalúrgico Antonio Caló.
El anfitrión Barrionuevo vio mutar su convocatoria año tras año. Atrás quedaron las distendidas partidas de truco y las competencias de “panzazos” en la piscina de la quinta que el gastronómico tiene en Punta Mogotes. Los asados continuaron en el hotel Presidente Perón que su gremio tiene en la misma zona de El Faro, en donde se despuntaban la interna sindical y los intentos unificadores de todas las corrientes internas en una sola central sindical. El de ayer fue una dura advertencia de la CGT –ya unificada– al gobierno de Macri, con quien hasta ahora tuvo una actitud conciliadora y negociadora, con escasos resultados.
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