Las mujeres representan el 20,7% del empleo industrial formal en la Argentina y apenas el 4,2% del total de los cargos jerárquicos de empresas grandes y pertenecientes a sectores con mayor propensión a exportar, según un informe del Centro de Estudios para la Producción (CEP XXI).
En este sentido, excepto en el rubro de confecciones de prendas de vestir, las ramas manufactureras tienen una proporción de empleo femenino inferior al 50% y, en sectores como frigoríficos, automotriz, maquinarias y equipos o madera, es inferior al 15%.
El informe evidencia la existencia tanto de los llamados “techos de cristal” (dificultades para que las mujeres accedan a cargos jerárquicos) como de las “paredes de cristal” (obstáculos para que accedan a ciertos sectores productivos) y resalta la importancia de reducir las brechas de género con políticas productivas con enfoque de género.
Al respecto, plantea como la promoción de crédito a emprendimientos liderados por mujeres o el otorgamiento de beneficios fiscales para empresas que incorporen mujeres a su plantilla como alternativas viables.
“Apenas el 10,3% de las firmas industriales de 10 o más trabajadoras/es está conducido por mujeres, una cifra todavía menor en las empresas grandes, donde cae al 4,2%, y al 7% en las de capital extranjero”, detalló el informe del CEP XXI, que funcionar en la órbita del Ministerio de Desarrollo Productivo.
El mayor porcentaje de mujeres en cargos directivos se da en la rama de confecciones de prendas de vestir, con un 23,8%, mientras que en ramas como caucho y plástico, material eléctrico o máquinas-herramienta el porcentaje de empresas lideradas por mujeres no llega ni al 5%.
Respecto del sector exportador, el informe reveló que existe “una clara subrepresentación de mujeres en las empresas industriales exportadoras: mientras que el 26% de las empresas industriales comandadas por varones exporta, esa cifra cae al 20,5% en las empresas industriales comandadas por mujeres”, y detalló tres factores para explicarlo.
El primero, que las ramas industriales más feminizadas (confecciones de prendas de vestir, por ejemplo) son las de menor propensión exportadora, mientras que ramas como vinos, maquinaria agrícola y máquinas y herramientas las mujeres están subrepresentadas tanto en la nómina como en los cargos decisorios.
En segundo lugar, las empresas lideradas por mujeres son más pequeñas que las empresas lideradas por varones, lo que está directamente relacionado con los recursos necesarios para poder internacionalizarse.
Por último, las empresas lideradas por mujeres tienen menor grado de vinculación con proveedores internacionales, por lo que carecen de acceso a proveedores en el exterior que puedan eventualmente convertirse en clientes, o bien conectar a la firma con otros que lo hagan.
El estudio parte de la Encuesta Nacional de Empleo e Innovación (Endei), realizada por los Ministerios de Ciencia, Tecnología e Innovación y Trabajo, Empleo y Seguridad Social, y que contempla información de casi 4.000 empresas manufactureras argentinas de 10 o más trabajadores.
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