A horas de iniciarse la etapa más densa de las negociaciones salariales, los industriales pusieron un techo a los aumentos que surgirán de las paritarias. El 20% es el número indicado y los argumentos son la medición del INDEC más las expectativas inflacionarias a la baja. Los empresarios buscarán, de este modo, contrarrestar el reclamo gremial que rozó el 45% y que llevó alerta en la Unión Industrial Argentina.
El presidente de la UIA, Héctor Méndez, barajó el margen que va desde el 15 al 20 por ciento, aunque varios hombres de negocio admitieron a BAE Negocios que respetarán la pérdida del poder adquisitivo por parte de los trabajadores y que la negociación podría estancarse alrededor de los números oficiales de inflación
Reconoceremos la pérdida del valor del salario y, si el INDEC dice que la inflación es del 25 por ciento, el aumento salarial no debe superar dos o tres puntos por encima de esa marca. Pero ni soñar por arriba del 30 por ciento”, admitió el vicepresidente UIA y titular del gremio del sector Gráfico, Juan Carlos Sacco.
Días antes, Héctor Méndez le contestó a Héctor Daer, de Alimentación, sobre un reclamo del 43%: “Arrancaremos con un 15% o un 20% como máximo”. Y si bien tensó las relaciones entre empresarios y gremialistas, la postura buscó poner en extremos los números publicados y, así, generar un ámbito de negociación “más real”.
Los industriales mostraron su preocupación por los ascendentes conflictos dentro de las fábricas producto de reclamos salariales. Pero consideraron que el talón de Aquiles es el Impuesto a las Ganancias. Según hombres de negocios, una solución del Gobierno al conflicto sería la ventana de salida a una enconada negociación salarial.
Según el vicepresidente de la UIA José Urtubey, “sería absurdo” que los empresarios compensen con aumentos salariales las pérdidas de los empleados producto del impuesto al trabajo que es retribuido por encima de los $ 15 mil. Aunque aclaró que la realización de un nuevo paro sindical para reclamarle al Gobierno una solución al conflicto sería “descabellado”.
“Cada sector tiene muchas cuestiones pendientes y trabajos por delante, y eso no implica traspasárselo al otro”, enfatizó el empresario salteño en declaraciones radiales. En la misma línea, sostuvo que “un nuevo paro por tema Ganancias no sólo es desproporcionado sino descabellado y hasta injusto pensando en los medios que se utilizan respecto del objetivo que pretenden obtener”.
Uno de los mayores temores es un estado de conflicto permanente como consecuencia del año electoral. De hecho, el Consejo Interamericano del Comercio y la Producción (Cicyp) realizará el miércoles un almuerzo en el Alvear Palace Hotel para analizar “el impacto directo que las elecciones 2015 tendrán en la economía argentina”.
Los empresarios consideran que “el Gobierno quiere que la recomposición salarial sea alta para que haya mayor consumo y esto afecte el humor en las elecciones”, según señalaron empresarios consultados por este diario. Así, se sienten “solos” ante el “efecto electoral” en la pulseada con los gremios.
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