La inflación en la Ciudad de Buenos Aires cerró enero con un aumento del 3,1%, según el Instituto de Estadística y Censos porteño. Aunque representa una leve baja respecto del 3,3% de diciembre, la cifra genera preocupación en la Casa Rosada, ya que el dato de la Ciudad suele anticipar la inflación nacional.
En los últimos doce meses, la inflación en CABA acumuló un 100,6%, una reducción de 36,7 puntos porcentuales en comparación con el año anterior. Sin embargo, el dato no es alentador para el Gobierno, que busca desesperadamente que el índice oficial, a cargo del Indec, se mantenga por debajo del 2%.
El jueves de la próxima semana se conocerá el Índice de Precios al Consumidor (IPC) a nivel nacional, en medio de sospechas y cuestionamientos sobre la metodología del Indec. Mientras tanto, los datos porteños ya reflejan los sectores más afectados:
- Restaurantes y hoteles subieron un 6%, impulsados por aumentos en tarifas de alojamiento y en el precio de los alimentos en bares y restaurantes.
- Vivienda aumentó 3,1%, principalmente por subas en alquileres y expensas.
- Transporte registró un incremento del 3,9%, con los pasajes aéreos como protagonistas.
- Recreación y cultura tuvo la mayor suba del mes, con un 7,7%, debido al aumento en los paquetes turísticos.
- Alimentos y bebidas no alcohólicas subieron un 1,9%, con fuertes alzas en frutas (5,7%), carnes (2,9%) y lácteos (1,3%).
La inflación sigue golpeando el bolsillo de los trabajadores. A pesar de la desaceleración respecto del año anterior, los aumentos en bienes y servicios esenciales complican el poder adquisitivo. Mientras tanto, la administración de Javier Milei aguarda con incertidumbre el dato del Indec, con la esperanza de mostrar una baja que, por ahora, la realidad no confirma.
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