Todavía no está claro si ambas iniciativas, que rigen hasta fin de este año, serán extendidas, pero por las dudas las patronales ya pusieron el grito en el cielo. “Desincentiva a tomar empleados”, dijeron.
No está claro si el Gobierno del Frente de Todos extenderá o no la doble indemnización y la prohibición despidos, que rigen hasta el fin de este año. Faltan varios meses, además cruzados por la campaña electoral que ya arrancó con todo, pero de todos modos las empresarios ya abrieron el paraguas salieron a rechazar la posibilidad de que eso pase.
Mario Grinman, Cámara Argentina de Comercio (CAC), dijo que este tipo de iniciativas “nunca son positivas porque desincentivan tomar empelados. Por más que la norma diga que los empleados contratados hacia adelante no son incluidos en la prohibición, el problema es que en Argentina cambian las reglas del juego”.
En tanto, Pedro Cascales, de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), no sólo expresó su rechazo, sino atacó derechos elementales de los trabajadores como reclamar ante despidos y exigir las licencias correspondientes. “Esto alienta la industria del juicio porque se buscan causas para considerarse despedido y obtener doble indemnización, un tema que viene creciendo son las licencias psiquiátricas”.
Y el que no podía faltar es el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, que también criticó la propuesta de la reducción de la jornada laboral a 6 horas. Tiempo atrás afirmó que la prohibición de suspensiones y despidos y la doble indemnización son un "triple cepo laboral.
No es ninguna novedad que las patronales aprovechan la pandemia como excusa para ajustar a sus trabajadores. Lo hicieron ni bien se decretó la cuarentena el año pasado, cuando despidieron y suspendieron a sus empleados a pesar del decreto presidencial que lo prohíba. Y lo que es peor, el Estado terminó avalando la ilegalidad de esos despidos, sino como se entiende que la desocupación supere hoy el 10% y la pobreza el 42%.
Además, también hay que señalar que tampoco es una novedad que ante el lobby empresarial, el Gobierno termina adoptando políticas que favorezcan intereses patronales y ataquen derechos obreros y de la grandes mayorías. Por eso también todavía no está claro que pasará con estas medidas a partir del año que viene.
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