La CGT ratificó su apoyo a los jubilados en una reunión en su sede de Azopardo, mientras crece la adhesión al paro nacional del 10 de abril y a la movilización prevista para el próximo miércoles. Distintos gremios de transporte, educación y servicios públicos ya confirmaron su participación en la medida de fuerza, que durará 36 horas.
"Desde la central reafirmamos nuestro compromiso de acompañarlos en la marcha del próximo miércoles. Juntos seguiremos luchando para sostener los derechos de todos los trabajadores argentinos", declaró Héctor Daer, secretario general de la CGT.
La protesta comenzará el miércoles 9 de abril con una marcha frente al Congreso, donde sindicatos y organizaciones sociales se movilizarán junto a los jubilados. Al día siguiente, se realizará un masivo cese de actividades, con adhesiones clave como la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), los aeronáuticos (APA y APLA), y los sindicatos del subte y trenes.
Sin embargo, la Unión Tranviarios Automotor (UTA) aún evalúa su participación debido a las presiones del gobierno y la conciliación obligatoria. "Nos movilizamos el 9 de abril en apoyo a los jubilados, cuyo reclamo sigue siendo ignorado por el gobierno, mientras ingresan dólares del FMI que terminan en cuentas off shore de funcionarios", denunció APA en un comunicado.
Docentes, bancarios, trabajadores de la salud y de industrias clave también se sumarán a la protesta. Las 62 Organizaciones Justicialistas respaldaron la medida, afirmando que "refleja nuestro rechazo a las políticas de un gobierno que llena la calle de indigentes".
El Sindicato de Prensa de Buenos Aires resumió las consignas: "Por nuestros salarios. Por los derechos laborales. Por jubilaciones dignas. Por el derecho a protestar". Con amplio respaldo, esta será la tercera gran medida de fuerza contra el gobierno de Javier Milei, y se prevé una alta convocatoria.
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