“Lo rechaza porque su idea es maximizar ganancias en pocas manos” afirmò la funcionaria para asestar que “lo que Milei pretende es la esclavitud", también disparó críticas a Barrionuevo
Uno de los debates activos en plena campaña preelectoral, la reducción de la jornada de trabajo es alentada por el Gobierno y la mayoría de los sindicatos y centrales obreras. Entre los ecos del debate presidencial la cuestión sumó más aristas ya que la ministra de Trabajo, Kelly Olmos, no sólo defendió la iniciativa sino que apuntó al candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei. “Lo rechaza porque su idea es maximizar ganancias en pocas manos” afirmò la funcionaria para asestar que “lo que Milei pretende es la esclavitud, volver a la relaciòn libertaria del uno a uno”.
Bajo la gestión de Olmos y no tan lejos de los tiempos donde la Casa Rosada rechazaba el achique horario, la titular de la cartera laboral acotó en declaraciones radiales que “la reducción de horas implica una redistribución de ingresos en la medida en la que la patronal dispone de una menor cantidad de horas de sus trabajadores por el mismo salario previo”. Ampliando sus dichos para el arco opositor consideró que existe la idea de plantear “que los derechos laborales en realidad son un privilegio”.
No quedaron allí las observaciones de Olmos ya que relativizó que el gastronómico Luis Barrionuevo intente replicar el modelo de la Uocra para que los sindicatos se hagan cargo de los seguros de desempleo. “Lo quiere aplicar en trabajos continuos pero lo que esconde es la misma idea de Milei, para eliminar las indemnizaciones”, aseveró.
Viento a favor
La legisladora de extracción sindical Claudia Ormaechea, de la Asociaciòn Bancaria, presentó uno de los proyectos que se analizan en el Congreso sobre reducción de la jornada laboral. Es una de las cinco iniciativas del oficialismo sobre el tema. “El objetivo fundamental de esta ley es buscar el bienestar y la salud de los trabajadores y trabajadoras; a su vez permite mejorar las relaciones sociales; pero también el objetivo y lo mostraron pruebas piloto que se hicieron es que se optimiza el trabajo”, reseñó ante la consulta del portal Infogremiales. En el mismo sentido la diputada enfatizó la reducción de la jornada laboral “ya verificó que mantiene la renta de las empresas y en muchos casos se mejoran”.
Por su parte el sindicalista de Alimentación Rodolfo Daer realzó el debate que se desarrolla por estos días no sólo en el ámbito parlamentario y los beneficios del achique horario, sin reducción de los sueldos. “Es correcto iniciar el debate porque se trata de un tópico que es un tema pendiente en la Argentina porque ya ocurre en otros países donde la reducción ya es un hecho. Es más, en Inglaterra ya se está experimentando una jornada laboral de 36 horas semanales por cuatro años para luego evaluar el impacto”.
Tanto el sindicalista como su hermano Héctor, triunviro de la CGT, han propiciado la modificación de la carga horaria en declaraciones periodísticas, como tambièn en el caso del cosecretario general de Azopardo en la última reunión de la comisión legislativa del Congreso, donde Héctor Daer disparó lo que considera una pregunta todavía sin respuesta, en cuanto a que la productividad desde la década del 60 no se trasladó en tiempo y forma hacia una más justa distribución del ingreso.
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