Además de la dimisión de la ministra de Trabajo, renunciaron sus colaboradores, tal el caso del ex titular de la cartera bonaerense Oscar Cuartango, que dejó su cargo, ad honorem, como representante del Ejecutivo en la Comisión de Garantías vinculada a conflictos en servicios esenciales y guardias mínimas
Por Luis Autalan
Con la renuncia a su cargo presentada en la semana que finaliza, la ministra de Trabajo Kelly Olmos compartió la última jornada hábil con algunas reuniones previstas con organizaciones gremiales y también se hizo un espacio de tiempo para despedirse de sus colaboradores y equipos de trabajo.
También firmó una resolución donde reconoció el derecho del Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop) para tener un Convenio Colectivo de Trabajo (CCT), y exhortó a las cámaras empresarias de la enseñanza “a proseguir las negociaciones colectivas con esa organización de educadores”.
En estos días además participó como invitada en la asunción de las nuevas autoridades de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) que se desarrolló en la CGT. “Sostenemos hoy la importancia de la organización y unidad en el campo popular en la nueva etapa de la Argentina. Las organizaciones gremiales deben permanecer fuertes para defender sus derechos”, fue su breve mensaje que incluso difundió a través de las redes sociales.
No obstante, para el círculo íntimo y desde sus conocimientos en materia económica Olmos vislumbra que “lo mejor no está por venir”, con el nuevo Gobierno, aunque selló esas reflexiones con un “ojalá me equivoque” como un mensaje de despedida al staff de la sede ministerial de la avenida Alem.
Asumió como ministra horas después de la renuncia de su antecesor Claudio Moroni en octubre de 2022 y aciertos o errores aparte, cumplió la línea definida por la Casa Rosada en materia salarial y laboral, luego de la pandemia. Capítulo aparte en esa dinámica la polémica sobre sumas fijas la tuvo como protagonista enfrentada al kirchnerismo, en el ring a cielo abierto de ese choque.
Desde su frontalidad, en agosto de este año admitió el avance y seducción de la derecha y las tendencias liberales entre los trabajadores y pobres, un fenómeno que verificaron las últimas elecciones, pero realzó que la solución es colectiva. "Lo cual no quiere decir que todos seamos iguales, pero sí que hay un piso de dignidad que no debería bajo ningún punto de vista perforarse".
Cuartango
Por su parte el ex ministro de Trabajo Bonaerense y conductor del grupo Descartes, el laboralista Oscar Cuartango fue uno de los colaboradores que presentó su renuncia en las últimas horas. El abogado cumplía funciones “ad honorem” como representante del Poder Ejecutivo Nacional en la Comisión de Garantías, que se encarga de resolver los conflictos colectivos que refieren a servicios esenciales y guardias mínimas. Si bien esa responsabilidad tiene alternativa de reelección Cuartango decidió alejarse, pero destacó la labor de la ministra Kelly Olmos, “una compañera que desempeñó una gran responsabilidad en un área clave, con notable capacidad, empeño y convicción”, dijo el laboralista de fluída relación con sindicatos de todo el país para referirse a la ex funcionaria.
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