Biró (APLA), Llano (APA), Fernández (UPSA), Cirielli (APTA) y Trucco (UALA) fueron las caras visibles del conflicto que dejó a unos 30.000 pasajeros en tierra; a quiénes responden políticamente
9 de noviembre de 2018
Hugo Moyano y Luis Barrionuevo . El kirchnerismo y el peronismo. Los líderes sindicales que ayer generaron un caos están identificados con partidos políticos y gremios que están enfrentados con el gobierno de Mauricio Macri .
Ricardo Cirielli, secretario general de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA); Edgardo Llano, del Personal Aeronáutico (APA); Rubén Fernández, de la Unión Personal Superior Aeronáutico (UPSA); Pablo Biró, de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), y Genaro Trucco, de la Unión de Aviadores de Líneas Aéreas (UALA), fueron los rostros visibles de la protesta que paralizó a la aviación comercial en el país.
ADEMÁSIncertidumbre y enojo entre los 30.000 pasajeros afectados por una medida de fueUn paro sorpresivo en Aerolíneas generó caos en los aeropuertos
Cirielli, quien se enuentra investigado por la Justicia por supuesto pago de coimas, está al frente de APTA desde 1992. Con 4000 afiliados, el líder del personal técnico integró la CGT Azul y Blanca, que creó el gastronómico Barrionuevo. Pero antes fue funcionario kirchnerista: hasta fines de 2007 fue el segundo hombre de la Secretaría de Transporte a cargo del entonces secretario Ricardo Jaime, ahora preso, luego de comprobársele hechos de corrupción.
El último mes, en promedio, un afiliado a APTA cobró un sueldo de casi $97.000. Y en lo que va del año el gremio ya logró un aumento del 30,2%, según datos oficiales.
Biró conduce la Asociación de Pilotos, que tiene 1600 afiliados, está afiliado a la CGT y su referente sindical es Hugo Moyano. En la última elección interna, en 2015, Biró logró retener el poder gracias al respaldo de La Cámpora. El salario promedio de los trabajadores de APLA de septiembre fue de $268.000 y el incremento en el último año fue del 38,6 por ciento.
A cargo de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), Edgardo Llano, quien integra la CTA de Hugo Yasky, lidera un gremio que tiene 8000 afiliados. Gran parte de sus representados están afiliados a la organización política que encabeza Máximo Kirchner. Bajo su conducción, los trabajadores sindicalizados percibieron el último mes un salario promedio de $50.000. Y lograron en las paritarias un aumento del 35,5 por ciento.
Moyano también es el referente del titular de la Unión del Personal Superior Aeronáutico (UPSA), Rubén Fernández, quien forma parte de la central obrera. El salario promedio de los 1500 afiliados es de $94.822. Y, según fuentes oficiales, el último año alcanzaron un incremento del 34,9% en sus sueldos.
Genaro Trucco, representante de la Unión de Aviadores de Líneas Aéreas, sindicato que reúne a 363 pilotos de Austral, es investigado en dos causas penales, una de ellas por contrabando. En promedio, el personal percibió en septiembre $250.000 y el aumento total en el año fue de 34,2 por ciento.
La relación siempre fue tensa, pero el intento de los directivos de línea aérea de bandera nacional por negociar con los sindicatos el final de ciertos privilegios generó un paro, que terminó por afectar a unos 30.000 pasajeros.
Desde que el Presidente asumió, hace casi tres años, los gremios aeronáuticos acusaron a Macri de propiciar el vaciamiento de Aerolíneas Argentinas . En ese tiempo, los gremios aeronáuticos realizaron diez medidas de fuerza. Una de las que generaron mayor malestar en la Casa Rosada fue la que realizaron en julio, contra la política aerocomercial y el ingreso de las compañías low cost.
El sector aeronáutico es particularmente sensible a la conflictividad gremial porque basta con que adhiera una sola rama para que la actividad se detenga. El rompecabezas sindical es aún más amplio, pero no todos participaron de la protesta de ayer.
"Son ultrakirchneristas. No quieren perder el control de Aerolíneas", describieron fuentes oficiales.
Cerca del ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, resaltaron que, desde que Macri asumió, la cantidad de pasajeros creció 40% -para fin de año se habrán sumado en total 7,5 millones de pasajeros nuevos- y lo mismo ocurrió con la cantidad de aviones. La gestión macrista sumó 25 aviones y en marzo del año que viene habrá unos 15 más.
Cada avión que se suma a una flota significa entre 50 y 120 empleos nuevos, según describieron fuentes oficiales. Además, se calcula que por cada trabajo directo se generarán 17 indirectos.
En el Gobierno están convencidos de que los gremios subirán la conflictividad a fin de año. Es por eso que ayer, según pudo saber LA NACION, la Secretaría de Trabajo, a pedido del Ministerio de Transporte, no pidió la conciliación obligatoria. La estrategia oficial es guardarse esa carta para evitar que el conflicto estalle en diciembre.
Comentá la nota