Las negociaciones salariales entre la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera (Atilra) y las dos cámaras de la actividad volvieron a fracasar. Los empresarios no acercaron ninguna propuesta de incremento y desde el gremio catalogaron de "mala fe" la actitud. "En lo que va del año la mejora salarial fue cero", advirtieron.
Durante un encuentro virtual auspiciado por la cartera de Trabajo, en el contexto de la conciliación obligatoria y luego de que se suspendiera por pedido empresario el pautado previamente, la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera (Atilra) y las dos cámaras de la actividad se vieron las caras.
Las fuentes sindicales aseguraron que la audiencia realizada -que debía haberse realizado el viernes último- "no produjo resultados positivos" ante "la intransigencia patronal, cuyos representantes no ofrecieron un solo peso de recomposición de los salarios" de los trabajadores.
"Las cámaras patronales dijeron ignorar qué discuten y no ofrecieron un solo peso respecto de las oportunas demandas de la entidad sindical, lo que fue interpretado por los dirigentes gremiales como un acto de mala fe", señalaron.
La organización, que conduce Héctor Ponce, exige la discusión paritaria, ya que en lo que va del año "la mejora salarial fue cero y los trabajadores solo percibieron el bono de 4 mil pesos otorgado por el Gobierno".
Según los voceros gremiales, los cámaras insistieron en la necesidad de que el Gobierno autorice "un aumento de precios de los productos lácteos" y también reclamaron que en la negociación participe la cartera de Producción.
Los representantes gremiales no adoptarán medidas de fuerza por imperio de la vigencia de la Ley 14.786 de conciliación obligatoria, pero determinaron la continuidad de las asambleas de base y las movilizaciones ante "la ausencia absoluta de respuestas a las demandas de aumento de los salarios".
Los dirigentes ratificaron que "las pérdidas en el poder adquisitivo del personal lechero entre diciembre y mayo últimos ascendieron a más de mil millones de pesos, que deberían estar en los bolsillos de los trabajadores si las empresas no se hubiesen negado a discutir de forma convencional", puntualizaron las fuentes.
Trabajo dictó el 13 de este mes la conciliación obligatoria por un período hábil de 15 días en el conflicto que por reclamos salariales mantienen las cámaras empresarias Centro de la Industria Lechera (CIL) y Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lecheras (Apymel) y el sindicato que lidera Ponce.
Los trabajadores habían iniciado a la hora 0 del 13 de este mes un paro general nacional de 24 horas, interrumpido luego a partir de la decisión de Trabajo.
Ponce había negado que las empresas hayan otorgado en el año un incremento de los haberes del 73 por ciento y calificó ese anuncio como "mentiroso y chamuyero", a la vez que explicó que "la patronal rehusó negociar paritarias en el contexto de la Ley 14.250, aunque ello tiene carácter alimentario familiar".
"La mejora fue solo del 2 por ciento para equiparar la inflación de 2018 y de un 53,8 por ciento para compensar la de 2019, cuando el aumento promedio de los lácteos fue superior al 90 por ciento. Los datos de los industriales se contradicen con los del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA)", había dicho el dirigente gremial.
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