Por: Elida Thiery.

Con uno de los tres jueces excusados en la causa por vínculos con el sindicato apuntado, esta nueva actuación se da en medio de un ida y vuelta de planteos y apelaciones. La causa se originó con el despido de 26 trabajadores que no tenían fueros sindicales en el mes de septiembre de 2022 y que fueron despedidos luego de participar de una protesta que paralizó la empresa un mes antes, antes de la comunicación de una cautelar que intentaba impedirlo.

En su momento el Juez laboral Ramonet, a quien ahora le retornará la causa, había dispuesto que se debía volver atrás en la decisión de los despidos. El magistrado, a la par, determinó que la empresa no podía contratar a nuevo personal para reemplazar el que había expulsado y a partir de esto había impuesto una multa que quedó en pausa después de diversas tramitaciones legales.

Desde siempre radicó en la causa una confusión entre trabajadores y delegados, no habiendo sido estos alcanzados por los despidos y continuando con la percepción de sus salarios, a pesar de no estar activos en sus trabajos. Del resto de los trabajadores de la empresa que fueron despedidos, muchos ya lograron reubicarse en otros lados.

Es por esto que – luego del tránsito de dos años del expediente- sólo restan por tramitar su desvinculación ocho personas, las cuales se presentaron semanas atrás ante el Servicio de Conciliación Laboral Obligatoria de la Secretaría de Trabajo, donde se les hizo llegar una oferta indeminizatoria que rechazaron a la espera de una mejora.

En medio de esta situación, en la que el fondo de la cuestión no se llega a resolver, con despidos justificados en la empresa en una razón de “falta de confianza para la producción de alimentos”, es que ahora la justicia toma argumentos basados en lo planteado por la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina, que ante la misma Cámara había presentado el apoyo de un largo listado de abogados de sindicatos como “amicus curie” en el caso.

Con la firma de Alvaro Balestrini y de Roberto Pompa, lo que se definió la cámara es “revocar el pronuniciamiento apelado y en su mérito, mantener la vigencia de la medida cautelar oportunamente dictada”, sobre la base de la “libertad sindical” y el derecho a huelga que se expuso durante todo este tiempo.

Es así que el regreso al Juzgado Laboral 69 implicará una vez más la revisión del tema y, en caso de corresponder, la fijación de astreintes, esta multa con monto diario en relación a la cesación laboral de cada persona que no está activa en la empresa láctea.

La historia de nunca acabar, el próximo paso será la presentación de una nueva recusación por parte de Lácteos Vidal, teniendo en cuenta un criterio parcial en la decisión de la Cámara de Apelaciones.