Luego de que la mesa chica cegetista decidió no hacer medidas de fuerza, el dirigente de Camioneros se acerca a las CTA, los piqueteros y sectores K para hacer un paro con movilización contra Milei. Crisis en los gremios del transporte por duras críticas del líder de La Fraternidad.
Por: Ricardo Carpena.
El ala dura del sindicalismo está en apuros. Sin la presencia de Pablo Moyano, el sector dialoguista logró este martes el consenso suficiente en la mesa chica de la CGT para ratificar la tregua sin nuevas protestas y el comienzo del diálogo con el Gobierno, pero los combativos no se rinden: el dirigente de Camioneros y los gremios del transporte se asociarían con las dos CTA, los movimientos sociales y otros sectores para concretar el 5 de diciembre un paro y movilización contra Javier Milei.
Aun así, los duros sufrieron en las últimas horas un inesperado golpe por parte de un dirigente de sus propias filas: Omar Maturano, líder de la Fraternidad, vaticinó en un plenario de su sindicato que la Mesa del Transporte, que él integra y que realizó el paro del 30 de octubre “se va a desarmar, pero por nosotros sino por otros sindicatos que no tienen historia, que no tienen lucha” y apuntó contra los dirigentes aeronáuticos: “Son pilotos de avión, muchachos, son aeronavegantes, que no conocen el verdadero sindicalismo y que no conocen la verdadera pobreza, y eso nos va a romper”.
Para colmo, el mismo Maturano que está planteando a sus colegas del transporte un paro de 36 horas contra el Gobierno, le hizo un guiño a Milei en ese mismo plenario realizado hace cuatro días en Santiago del Estero: : “En algunas cosas, nos guste o no este gobierno o estemos enojados, tiene un poco de razón; tuvimos un Estado excesivo: no podíamos tener un Estado con 20 ministerios; era una joda, muchachos; era agarrar la maquinita, hacer plata y tirar la plata, y así le fue”.
Pablo Biró, el titular del gremio de los pilotos, y Juan Pablo Brey, líder de los aeronavegantes, quedaron desconcertados por el ataque de Maturano (aunque las críticas fueron hechas en un plenario a puertas cerradas y se filtró un video del discurso). Y, pese al acuerdo que firmaron con Aerolíneas, los dos dirigentes aeronáuticos están dispuestos a seguir protestando contra Milei por otros reclamos como la intención oficial de limitar el derecho de huelga en el transporte.
Pero es evidente que la Mesa Nacional del Transporte, que ya había sufrido la retirada de los choferes de colectivos de la Unión Tranviarios Automotor antes del paro del 30 de octubre, quedó herida de muerte por las duras palabras de Maturano. ¿Sus integrantes se verán de nuevo las caras, como habían acordado antes de que se trascendiera el polémico video? Los aeronáuticos, al parecer, no piensan responderle al líder ferroviario y se concentran en revitalizar la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), ahora liderada por Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento) luego de la renuncia de su titular, el dialoguista Sergio Sasia (Unión Ferroviaria), que se oponía al endurecimiento extremo contra el Gobierno que proponen Pablo Moyano, Biró y Brey.
Por esas curiosidades del sindicalismo, atrapado en la división permanente, los gremios del transporte tienen tres grandes agrupaciones, pero ninguna funciona en un 100%. Más allá de la Mesa Nacional del Transporte, en crisis, conviven la CATT -influenciada por el moyanismo- con la Unión General de Asociación de Trabajadores del Transporte (UGATT), que pilotea Maturano, ya sin la UTA y con enemigos declarados de Moyano como Sergio Aladio, del Sindicato de Camioneros de Santa Fe.
Raúl Durdos, Juan Pablo Brey, Pablo Moyano, Omar Maturano, Juan Carlos Schmid y Pablo Biró, los miembros de la Mesa Nacional del Transporte (Foto Maximiliano Luna)
Por eso a Pablo Moyano y los duros del transporte, sin haber podido incidir en la estrategia de la CGT y con algunas bajas importantes en su frente interno, sienten que sólo pueden acelerar en sociedad con expresiones sindicales y políticas del kirchnerismo, sectores combativos y piqueteros, un combo radicalizado que no tiene la palabra “negociación” en su diccionario y busca desgastar a Milei.
Es el camino que ya comenzó el dirigente de Camioneros en sus permanentes charlas con el ultraopositor Rodolfo Aguiar, titular de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), que provocan el malestar del dialoguista líder de UPCN, Andrés Rodríguez, secretario adjunto de la CGT. De la misma forma, gran parte de la dirigencia cegetista mira con desconfianza el acercamiento de Pablo Moyano a los piqueteros y a los líderes de las CTA Hugo Yasky y Hugo “Cachorro” Godoy.
Como anticipó Infobae, la renovada CATT también iniciará un camino de mayor confrontación con la administración libertaria: su conducción, encabezada por Schmid, tiene previsto encontrarse en las próximas horas con la confederación de sindicatos de la industria (CSIRA), que lidera el kirchnerista Ricardo Pignanelli (SMATA), para avanzar hacia una medida de fuerza conjunta, probablemente el 5 de diciembre. Con el mismo objetivo, la semana que viene habrá una reunión con la confederación de gremios del sector energético (CATHEDA), dirigida por Guillermo Moser (Luz y Fuerza).
La mesa chica de la CGT volvió a deliberar luego de un paréntesis de más de un mes; esta vez, no estuvo Pablo Moyano
Schmid es un experimentado dirigente que se opone a las políticas oficiales en materia de transporte, pero no es un soldado de Pablo Moyano. Por eso no fue a fondo en el encuentro de mesa chica de la CGT, donde pidió la convocatoria al Consejo Directivo para debatir una estrategia más dura contra Milei, pero terminó aceptando a regañadientes la postura mayoritaria de los dialoguistas.
El dirigente de Camioneros, para colmo, no sólo atraviesa un mal momento por el triunfo de la postura de los dialoguistas en la CGT: Hugo Moyano, su papá, desautorizó su anuncio de un paro general durante una charla secreta que mantuvo con uno de los jefes cegetistas del sector moderado.
El sindicalismo, fiel a su tradición, terminará el año más dividido que nunca. Un sector negociará con el Gobierno y otro estará en la calle para protestar. ¿La historia de siempre tendrá un final distinto?
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