Gerardo Martínez le pidió a la vice que no se meta en la discusión por las subas salariales, tras el tuit en el que elogió a Palazzo.
Gerardo Martínez, el líder de la Uocra y uno de los gremialistas más importantes de la CGT, cruzó a Cristina Kirchner por las paritarias y le aclaró que la central obrera está del lado de Alberto Fernández en la interna del Frente de Todos.
El dirigente sindical se metió en la pelea del oficialismo y lanzó un duro discurso durante un acto de la OIT en el Ministerio de Trabajo junto a Claudio Moroni. Testigos del momento se sorprendieron por la dureza de las palabras de Martínez.
Cristina celebró que los bancarios consigan un aumento del 60% y se abre el debate sobre las "anclas" de la inflación
"Yo no necesito que ningún político me venga a enseñar a cómo debo cerrar mis paritarias, ni indicarme que porcentaje debo acordar. Yo firme el 62 por ciento y no precisó que nadie nos aplauda", lanzó el referente del gremio de la construcción.
Yo no necesito que ningún político me venga a enseñar a cómo debo cerrar mis paritarias, ni indicarme que porcentaje debo acordar. Yo firme el 62 por ciento y no precisó que nadie nos aplauda.
Martínez pareció referirse al tuit de Cristina Kirchner en el que celebró el aumento del 60 por ciento que logró La Bancaria, el gremio que conduce Sergio Palazzo. De origen radical y cercano al kirchnerismo, Palazzo tiene una dura disputa con la conducción tradicional de la CGT.
"Sabemos como negociar con nuestro gremio y con los empresarios del sector. No precisamos que nadie se meta en la libertad de las paritarias", continuó Martínez.
Luego, se metió en la interna y dejó muy claro el posicionamiento de la CGT. "Nosotros apoyamos las paritarias y esta CGT acompaña y respalda al presidente. Después el pueblo argentino dirá si apoya o no la propuesta que se lleva adelante", completó.
La tensión de la conducción de la CGT con el kirchnerismo tiene que ver con la idea del entorno de Cristina de ganar posiciones en el mundo del sindicalismo. El más claro ejemplo es el trabajo que hizo el kirchnerismo para quedarse con la conducción de la UOM.
Ese es también el punto de discordia con Moroni. El kirchnerismo está molesto con el ministro de Trabajo porque lo consideran una traba en su intento de ganar posiciones en el mundo sindical. Es por eso que Moroni es uno de los apuntados y el año pasado, durante la crisis post derrota en las PASO, el kirchnerismo quiso imponer a Máximo en su lugar.
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