Moyano y Palazzo pedían dedicar parte de la manifestación a los “formadores de precios”.
Por Mariano Martín
La CGT confirmó ayer la realización de una marcha el 17 de agosto con la consigna de protestar contra la inflación sin poner el foco en responsables políticos ni empresarios. Se impuso así el criterio de los sectores más tradicionales y mayoritarios de la central obrera por sobre el de Pablo Moyano y Sergio Palazzo, que ayer mismo plantearon la necesidad de apuntar contra los formadores de precios. De este modo la manifestación tendrá un carácter eminentemente político y de apoyo al Gobierno en medio de la corrida financiera, con la adhesión de la CTA de los Trabajadores y de los movimientos sociales oficialistas.
Será la tercera manifestación callejera de la CGT en lo que va del mandato de Alberto Fernández, tras las conmemoraciones de los días de la Lealtad (18 de octubre de 2021) y del Militante (17/11/21) peronista pero la primera con una impronta de reclamo, más allá de la ausencia de culpables. El carácter de la acción está ligado a la necesidad de la central de canalizar el malestar de los trabajadores por la constante pérdida de poder adquisitivo derivada de la inflación y al mismo tiempo proteger al Frente de Todos, parte de la charla que mantuvieron Cristina de Kirchner con tres referentes de primera línea de la organización días atrás en el Senado.
El dato saliente de la reunión de ayer del Consejo Directivo de la CGT es que contó con la participación de todos los sectores internos. Hasta la semana pasada había dudas de la participación en la marcha del Frente Sindical por el Modelo Nacional (Fresimona), de Hugo y Pablo Moyano, y de la Corriente Federal (CFT) que encabeza Sergio Palazzo. Ayer, pese a sus diferencias con los sectores mayoritarios, ambos estuvieron presentes y convalidaron la modalidad de la manifestación.
La movilización arrancará ese día en las inmediaciones del Obelisco para luego trasladarse por Avenida de Mayo hasta la Plaza Congreso. Como anticipó este diario, las columnas no llegarán a la Casa Rosada ni a la sede del Parlamento para evitar lecturas en contra de la política. Moyano y Palazzo ayer insistieron en que la marcha debía pasar por la puerta de entidades patronales como la Asociación Empresaria Argentina (AEA) o la Unión Industrial (UIA). La alternativa de AEA era la más solicitada por haber sido en un foro de ese sello, que capitanean Paolo Rocca (Techint), Luis Pagani (Arcor) y Héctor Magnetto (Clarín), donde el supermercadista Federico Braun, de La Anónima, respondió entre risas que su forma de encarar el proceso inflacionario era “remarcando precios todos los días”.
Lejos de esos señalamientos el Consejo Directivo ratificó el peso de los “gordos” de los grandes gremios de servicios y de los “independientes”, de buen diálogo con cada gobierno, resueltos a filtrar de cualquier lectura política la movilización. Por el contrario, el documento en elaboración que se difundirá ese día apuntará a la necesidad de llamar al diálogo social, al acuerdo entre los sectores de la política, el capital y el trabajo, y de afrontar bajo un criterio de unidad la crisis económica.
Al término de la reunión Héctor Daer, uno de los secretarios generales y portavoz de los “gordos” dijo que la marcha reclamará “soluciones claras” contra la inflación y un combate decidido “contra la especulación”. “No podemos permitir que haya especulaciones políticas”, blanqueó el dirigente. Tercio Pablo Moyano, quien a su vez declaró que la movilización será “un mensaje a la clase política” aunque aclaró que “ni a favor ni en contra del Gobierno” sino orientada a “defender las paritarias libres y el trabajo digno que han conseguido los trabajadores a través de la lucha”. La CGT “va a defender” a Alberto y a Cristina “hasta el última día de su mandato”.
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