El pasado viernes se entregaron 72 viviendas en las manzanas 229 y 230 del megaloteo de Kilómetro 12 a empleados de comercio, quienes hace años deberían haber recibido las mismas pero a raíz de distintos inconvenientes se fue retrasando la fecha donde finalmente tendrían este bien tan importante, lo que trajo acarreado serias complicaciones a los trabajadores.

En 2016 comenzaron con este proyecto realizado a través del Centro de Empleados de Comercio (CEC) quienes gestionaron ante el Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) un plan de pago de 36 cuotas para abonar el terreno indicándoles que una vez culminado el pago contaría con su hogar. Pero los tiempos comenzaron a extenderse, y pese a que las casas fueron construidas, transcurrieron casi cinco años hasta que fueron otorgadas formalmente, aceptándose incluso en esta última instancia que sean recibidas en el estado que se encuentran y sin las refacciones que deberían haberse concretado, pues muchos no podían esperar más dado que ya se vencían sus contratos de alquiler.

La entrega se realizó semanas después de que los trabajadores concretaran reclamos en el IPV dado que, según detallaron, el problema sería entre el organismo y la empresa encargada de las refacciones lo que motivó que se autoconvocaran en el instituto, concretaran un corte de ruta y hasta amenazaran con un acampe pues cada vez que se dictaba un plazo no se cumplía.

No obstante, se pudo hacer efectiva la entrega antes del 1 de marzo como estaba estipulado, luego de toda la angustia vivida y de todos los inconvenientes, ahora solo resta que den de alta los servicios para comenzar a residir en sus viviendas.

En diálogo con los medios, José González, secretario general del CEC expresó el día de la entrega que “es un plan de viviendas que ya lleva un tiempo con sus inconvenientes como todo lo que realiza el IPV que se retrasa, dan una fecha, se confunden, nadie sabe quien tiene la culpa pero lo cierto es que estamos entregando una parte muy importante de las 88 viviendas.

Esperamos que la gente las pueda disfrutar y pedimos disculpas desde el Sindicato que era intermediario, hicimos la primera etapa de inscripciones, llevar los papeles al IPV, todo lo que se exige y después estaba en manos de la empresa y el IPV, si falta el pago del IPV a la empresa por ahí las demoras, la gente queda de rehén, después de inconvenientes y la bronca de la gente pueden disfrutar su vivienda propia”.