Por: Mariano Martín.

La incertidumbre hasta último momento en torno de la fórmula nacional y la necesidad en Unión por la Patria de honrar los equilibrios internos se complotaron para dejarle al sindicalismo peronista una de las peores performances en las listas del oficialismo en su historia. Apenas una nominación con chances aseguradas de banca en la Cámara de Diputados para el dirigente mecánico Mario "Paco" Manrique (Smata) y una plaza relegada para una docente del Suteba, María Reigada, en ambos casos por decisión única del sector que responde a Cristina de Kirchner, fue el resultado del cierre de nóminas del sábado a la noche.

Los referentes de los sectores mayoritarios de la CGT fueron los más perjudicados: ninguna candidatura (entrable o no) para el Congreso nacional consiguió un sector que pagó caro el movimiento sinuoso que mantuvo en términos políticos en los últimos meses, a pesar de ser formalmente uno de los principales apoyos del postulante presidencial del espacio, Sergio Massa. Sobre todo, si se tiene en cuenta que dos de los miembros del triunvirato, Héctor Daer y Carlos Acuña, fundaron con el tigrense el Frente Renovador.

Tampoco obtuvo premio alguno el Frente Sindical por el Modelo Nacional (Fresimona) creado por el camionero Pablo Moyano, que en la previa se había pronunciado abiertamente a favor de la incorporación de sus miembros a las listas de UXP. Si bien Manrique integra formalmente el Frente, su nominación como tercero en la lista para diputados nacionales obedeció a la importancia de un sindicato industrial como Smata y a la lealtad a la vicepresidenta expresada por el beneficiario en los últimos años. El Frente puede jactarse, apenas, de contar con Leonardo Fabre (Apops, gremio de Anses), como candidato a vicepresidente de Guillermo Moreno.

Entre los negociadores sindicales contaron que hubo una oferta al metalúrgico Abel Furlán, una de las incorporaciones más rutilantes del armado sindical del kirchnerismo apenas asumió al frente del mayor gremio fabril en marzo del año pasado. De acuerdo a esa versión, el dirigente de Campana declinó con el argumento de focalizarse en su gestión como secretario general de la UOM. Tampoco hubo lugares para la Corriente Federal de Trabajadores, otro espacio de la CGT que lideran el bancario Sergio Palazzo y el gráfico Héctor Amichetti, pero en este caso explicaron que ya había recibido suficiente paga en las dos últimas elecciones con varias bancas obtenidas y con mandato por dos años más.

Los "gordos" de los grandes gremios de servicios y los "independientes" de buen vínculo con todos los gobiernos apenas podían disimular ayer la decepción por la nula cosecha. "Sólo pusimos al candidato a Presidente", era la frase que repetían ayer en ese sector y con la que intentaban compensar el mal trago. De hecho el vocero de la CGT, Jorge Sola, quedó en el camino en su intento por colarse entre los puestos con expectativa en la lista de diputados por Santa Fe.

Otro que terminó la jornada con las manos vacías fue Luis Barrionuevo, quien aparecía en el horizonte como un sorprendente apoyo de Eduardo "Wado" de Pedro a pesar de la tirria mutua del gastronómico con Cristina de Kirchner. La caída de la nominación del ministro del Interior se llevó consigo cualquier esperanza de Barrionuevo de tallar en las listas. Tanto "gordos" como "independientes" y Barrionuevo habían creado el 17 de octubre pasado una Mesa Nacional Sindical Peronista con el único propósito de obtener lugares en las listas.

Incluso Hugo Moyano, que había aparecido de manera sorpresiva en el armado de Daniel Scioli al frente de una eventual lista de candidatos a diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires, cesó su aventura 24 horas después. Un dato de color: el partido de Guillermo Moreno, Principios y Valores, anunció el sábado que el líder camionero se incorporaba a ese espacio junto a su partido, Cultura, Educación y Trabajo (CET) pero el presidente de ese sello, Octavio Arguello, lo desmintió de inmediato.

En tanto que la CTA de los Trabajadores, una usina de candidatos de extracción sindical para el kirchnerismo y con su secretario general, Hugo Yasky, con mandato de diputado nacional hasta 2025, apenas logró ubicar a la docente Reigada en un dificilísimo puesto 18 de la nómina para la Cámara baja por la provincia de Buenos Aires, seguida de Edgardo Depetri, otro dirigente surgido de esa misma central.