Nicolás González, Secretario General del Sindicato Trabajadores de Industrias de la Alimentación de Rafaela, expuso el malestar ante este conflicto que afecta a los afiliados y no encuentra al momento una solución.
Durante todo el 2024 vimos el deterioro de algunas empresas de nuestro rubro, las cuales abarcan muchos productos de la canasta básica. Uno de los rubros más golpeados sin duda fueron las golosinas.
Una de nuestras empresas más grandes y de renombre local, la empresa Marengo SA sostuvo una baja en sus ventas del 30 % lo que dificulto en gran medida la rentabilidad de la empresa.
El sindicato intervino todo el año para su estabilidad, firmando diferentes acuerdos, garantizando los puestos laborales y mitigando a su medida las dificultades que esto representaba para nuestros trabajadores y trabajadoras.
Los meses de mayor productividad de la empresa fueron los peores en años, vimos cómo la producción cayó estrepitosamente y los salarios se vieron afectados.
No solo nos preocupó la inestabilidad de la empresa, sino también la incertidumbre generada por la falta de comunicación y la falta de empatía por la parte empresarial.
La actitud de los patrones nos sorprendió mucho, no vimos una actitud de diálogo fluida y tampoco observamos formas de sobrellevar esta situación, sin que se vieran afectados los salarios de los trabajadores.
Todo cayó sobre el hombro de los trabajadores, los acuerdos que la empresa propuso durante todo el año tuvieron como objetivo golpear los salarios.
Estamos realmente preocupados ante semejante atropello, los aguinaldos no fueron abonados en su totalidad y el pago de las vacaciones fueron postergadas.
Según la patronal los salarios están garantizados, pero tampoco nos dan explicaciones de cómo se va a abonar.
Todo esto trae malestar a los trabajadores y trabajadoras que estuvieron todo el año soportando reducción de jornadas, reducción de salarios, adelantamiento de vacaciones, el pago desdoblado de sus salarios, el pago parcial del medio aguinaldo y por último el no pago de las vacaciones.
El sindicato ha tratado por todos los medios resolver esta situación, en muchos casos sin tener respuesta alguna, donde la empresa tomaba decisiones sin tenernos en cuenta.
Sabemos que la empresa está pasando por un mal momento, entendemos las dificultades y desafíos que vienen por delante, no por eso vamos a permitir que el trabajador sufra las consecuencias de las malas decisiones.
No sabemos que nos depara el 2025, lo que si sabemos es que de no cambiar la actitud empresarial con sus trabajadores, debemos actuar en consecuencia y no permitir que se sigan perdiendo derechos.
Estamos y estuvimos todo este tiempo tratando de resolver todos los problemas que las empresas aseguran estar padeciendo, somos conscientes que el año próximo será crucial para nuestras industrias sobre todo para aquellas que se verán dañadas por las importaciones.
Lo que no podemos permitir es que el trabajador y trabajadora sean siempre los que paguen el alto precio.
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