Miles de delegados metalúrgicos encabezados por los integrantes del Secretariado Nacional de la UOM se movilizaron para reclamar un aumento salarial del 30%. Caló denunció la intromisión del Gobierno en las paritarias.
La concentración de delegados comenzó alrededor de las 10.30 horas frente al monumento a Julio Argentino Roca, ubicado en la Diagonal Sur y Perú, en el centro de Buenos Aires, frente a un escenario instalado sobre el acoplado de un camión sobre el que se ubicaron todos los integrantes de la conducción de la UOM.
Desde allí, el titular de la UOM, Antonio Caló, desgranó un breve discurso con una serie de críticas al empresariado de la actividad metalúrgica que también alcanzaron al propio gobierno nacional, al que culpa de presionar para que no haya grandes aumentos salariales.
En su alocución afirmó que “realizamos esta movilización porque entendemos que los empresarios después de casi diez reuniones formales no se avienen a acordar un salario digno para los trabajadores metalúrgicos, ya que primero ofertaron 17 por ciento y su última propuesta fue del 20 por ciento en dos cuotas”, que no incluye la cláusula gatillo.
Al respecto manifestó que “ese porcentaje es insuficiente, porque ningún trabajador metalúrgico debe cobrar un salario que esté por debajo de la línea de la pobreza y hoy los compañeros tienen un salario promedio de 10.000 pesos mensuales”.
Asimismo, Caló añadió que “los empresarios dicen que no pueden otorgarnos el 30 por ciento de aumento, pero nosotros entendemos que sí que pueden darlo, pero tenemos que ser honestos con nuestros delegados porque en el medio de este conflicto ‘hay una mano negra del Gobierno’ que no quiere que las paritarias lleguen más allá del 22 por ciento”.
Tras indicar que “hacemos esta marcha para demostrar el descontento que tienen los trabajadores metalúrgicos, porque estamos con el mismo salario desde noviembre pasado más allá de todos los incrementos que se registraron hasta ahora”, el dirigente metalúrgico anticipó que “el lunes volveremos a movilizarnos pero esta vez al Ministerio de Trabajo”.
Luego de asegurar que “el lunes vence la conciliación obligatoria y si no hay acuerdo, el martes retomaremos los paros de treinta minutos por cada hora de trabajo”, Caló tampoco descartó realizar a la brevedad un “corte de tareas desde las 10.00 horas y luego sacar a la calle para protestar a todos los trabajadores metalúrgicos”.
Tras las palabras de Caló -único orador- la movilización tomó Perú hasta avenida de Mayo y desde allí marchó hacia la sede de la Asociación de Industriales Metalúrgicos (Adimra), ubicada en Virrey Cevallos y Alsina.
Los miles de delegados con bombas de estruendo y el tronar incesante de los bombos, hicieron sentir su malestar frente a las oficinas de la sede empresaria mayoritaria (la integran más de sesenta cámaras de todo el país), tras lo cual se desconcentraron pacíficamente.
Los representantes empresarios y los dirigentes de la UOM volverán a encontrarse en una audiencia el lunes en la sede laboral de la avenida Callao 114, convocada por los funcionarios laborales en un último intento por destrabar el conflicto.
Ese día vence la conciliación obligatoria dispuesta por quince días hábiles el 2 de mayo, pero el Ministerio de Trabajo podría prorrogarla por cinco o diez días más, aunque la UOM amenazó con reanudar la medida de fuerza suspendida a partir del 23 de mayo, con 30 minutos de paro cada hora de trabajo.
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