Se resetea la regional, con heridas abiertas. El líder de una de las centrales que quedó afuera habla de falta de legitimidad y mira la interna del FdT.
Con tensiones de largo aliento, la regional cegetista del distrito municipal más voluminoso del país, La Matanza, estuvo dividida en dos durante casi una década. Este martes llegó la reunificación, aunque no por ello la pacificación plena. La nueva conducción de la normalizada CGT matancera estará conducida por el líder local de la UOCRA, Heraldo Enrique Cayuqueo, flanqueado por dos adjuntos: Luis Velázquez (Camioneros) y Esteban Cabello, quien días atrás sucedió a Hugo Melo en la conducción de la UOM local.
Como secretario gremial, acordó su incorporación al nuevo esquema el mercantil Ernesto Ludueña, quien era el conductor de una de las dos regionales. Afuera quedó el líder de la otra regional, el textil Mario Ortiz, quien aseguró a Letra P que la flamante conducción “no tiene la legitimidad necesaria cuando hay un consenso entre todos”.
El también exconcejal y exfuncionario de la gestión Espinoza buscó correr de las críticas a “los gremios hermanos de la regional que asumen” y centró los dardos en “una posición tomada a nivel nacional, no solo acá, sino en otros puntos como Moreno, donde eligieron a los que querían y dejaron varios gremios afuera”. Es aquí donde dirige la mira en el accionar “de la secretaría de interior nacional de la CGT” comandada por el metalúrgico Horacio Otero, cercano al nuevo mandamás nacional de la UOM, Abel Furlán.
En la estructura cegetista que comanda Ortíz “no hay duda” de que estos movimientos tienen que ver con un correlato de la interna del FdT, para imprimir en la regional una tónica de marcado alineamiento al kirchnerismo, como consideran que se da en casos como la regional Oeste, donde días atrás las nuevas autoridades –con el curtidor Walter Correa al frente- asumieron con la presencia de Máximo Kirchner y Axel Kicillof, además de Furlán.
En el sector que se definió “relegado” del nuevo armado de la regional matancera, detallan que la unidad de todos los sectores avanzaba hacia finales del año pasado, con un acto en Luz y Fuerza en el que tanto Ludueña como Ortíz habían acercado posiciones, enviando una nota a la central nacional en la que se pidió la normalización. Mientras, se buscaba un nombre que sintetice esa unidad. Pero aseguran que a principios de 2022 las cosas se fueron “desbarajustando”.
Afuera de los principales casilleros, en el armado de Ortíz deslizaron que hasta este martes algunos representantes de los 45 gremios que nucleaba su regional fueron llamados para que asistieran a plegarse en el acto de asunción de este martes por la tarde en el teatro de la UOM local. “Seguiremos trabajando en las 62 organizaciones y buscaremos la forma de armar algo gremialmente con los muchachos que quedan”, destacó Ortíz.
De acuerdo a lo plasmado por el portal local El1Digital, en su discurso de asunción al frente de la CGT matancera, Cayuqueo recalcó: “Nosotros no estamos en contra de nadie, sino a favor de una sociedad que nos está pidiendo que seamos más equitativos”. Además, hizo foco en la necesidad de “reconocer que este país tiene un 40 por ciento de pobreza que está esperando una transformación social y que se frene el 50 por ciento de inflación que liquida los sueldos”.
Líder de la nueva conducción de la CGT matancera, Cayuqueo se agrupó el año pasado con el Movimiento Evita para intentar impulsar una propuesta que le compita internamente a Espinoza.
No es el único miembro de la nueva conducción cegetista que marcó sus matices con el intendente matancero. En 2021, la regional conducida por Ludueña había emitido un duro comunicado contra el Municipio, donde habló de “carencias que debieron ser suplidas hace años” y arremetió contra “el estado paupérrimo en el que se encuentran las instituciones sanitarias”. Ese documento había disparado un cruce abierto con la regional de Ortíz, que había salido en defensa de la comuna.
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