"Ya retrocedimos un montón, pero en algunas cosas, nos guste o no este Gobierno o estemos enojados, tiene un poco de razón. Tuvimos un Estado excesivo. No podíamos tener un Estado con 20 ministerios. Ministerio de esto y ministerio de lo otro. Era una joda, muchachos", afirmó Maturano en referencia a la gestión de Alberto Fernández. Según el dirigente, la administración anterior derrochó recursos: "Era agarrar la maquinita, hacer plata y tirar la plata. Y así le fue".

Sin embargo, el maquinista no escatimó críticas al actual presidente Javier Milei. "Este Gobierno no nos va a dar nada. Nos va a sacar. Vamos a volver a los años 90 o peor", advirtió, marcando un paralelismo con el desmantelamiento del Estado y las privatizaciones de aquella década.

Tensión sindical: "No se puede perdonar la traición"

Maturano también dirigió su mensaje hacia el interior del sindicalismo. Advirtió sobre posibles traiciones por parte de algunos dirigentes: "Ojo, que no los traicionen con las nuevas empresas privadas como en los 90. No se puede perdonar la traición, y menos la traición en la clase trabajadora".

En ese contexto, el dirigente apuntó directamente a los sindicatos aeronáuticos, a los que responsabilizó por el posible desarme de la Mesa Nacional del Transporte, que realizó un paro el 30 de octubre pasado. "La Mesa Nacional del Transporte, que fue idea de La Fraternidad, se va a desarmar. No por nosotros, sino por otros sindicatos que no tienen historia ni lucha. Son pilotos de avión, muchachos", lanzó, refiriéndose a los gremios de aeronavegantes.

"Son aeronavegantes. No conocen el verdadero sindicalismo ni la verdadera pobreza, y eso nos va a romper", agregó, dejando entrever divisiones internas dentro del sector.

"No es parar por parar"

Finalmente, Maturano llamó a proteger la unidad sindical y actuar con cautela ante los cambios actuales. "Lo importante es que no se rompa nuestra organización sindical. Tenemos que defender a nuestro sindicato y a nuestras empresas de una manera lógica, no ir a una pelea para que nos destruyan. Tenemos que pensar. No es parar por parar".

Las declaraciones del dirigente reflejan no solo su preocupación por las políticas económicas del gobierno, sino también por las tensiones internas que atraviesan al sindicalismo del transporte.