Además, volvieron las reuniones con la empresa para buscar y detectar más focos de contaminación de este material cancerígeno.
En el marco de la primera reunión de afectados por exposición al asbesto en el subte de la Ciudad de Buenos Aires, los metrodelegados confirmaron que aumentó la cantidad de personas que tiene patologías relacionadas con este material cancerígeno, prohibido en el país desde el año 2000.
En este sentido, desde la Asociación Gremial de Trabajadores de Subte y Premetro (AGTSyP) aseguraron que tienen un nuevo registro de pacientes con neumoconiosis, que se vieron afectados por la exposición a materiales con amianto y derivados, que recibirán atención integral por parte del gremio.
La cumbre se dio en momentos que aumentaron los controles para detectar focos de contaminación, tanto en formaciones, estaciones y talleres, a partir de la mayor presión de la organización gremial.
Además, se informaron avances en la compra de una nueva flota para la línea B, que se ve afectada por el retiro de vagones por la presencia de asbesto.
El encuentro de personas expuestas al asbesto fue encabezado por la Secretaría de Salud Laboral de la AGTSyP, que reunió a trabajadores que se vieron expuesto al material en sus puestos de trabajo, para analizar los pasos a seguir, en el marco del plan que se inició en el 2013 cuando se detectó por primera vez el material en formaciones de trenes comprados a España.
La idea del encuentro fue acercarles asesoramientos y contención de médicos, psicólogos sociales y abogados, para afrontar la situación.
«Lamentablemente tenemos más afectados por la exposición al asbesto, hoy pasamos de 55 a 66 los casos de neumoconiosis registrados por la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT)», afirmó Francisco Ledesma, secretario de Salud Laboral del gremio del subte.
En diálogo con Gestión Sindical, Ledesma recordó que hace un año murió Jorge Bisquert, uno de los tres casos fatales de los trabajadores afectados por el asbesto. La neumoconiosis consiste en un grupo de enfermedades que se definen por la producción de tejido colágeno en el pulmón en respuesta al depósito parenquimatoso de un polvo inorgánico cuya naturaleza puede ser variada, generando una afectación permanente del intersticio pulmonar, entre ellos el asbesto.
La reunión buscó concientizar sobre los efectos del material, y la necesidad de hacerse controles. Según estiman desde la secretaría, los nuevos casos aparecieron en el marco de un registro de empelados, unos 2.700 que potencialmente pueden estar afectados por la contaminación.
«La proyección que tenemos es que en estos años aparezcan más casos, incrementando este listado», advirtió el dirigente.
Más controles
Esta semana, además de la reunión con afectados, el gremio de los trabajadores del subte aumentó la cantidad de inspecciones conjuntas a lugares potencialmente focos de contaminación.
En los talleres Canning, por ejemplo, los delegados junto a integrantes de la secretaría de Salud Laboral y representantes de la empresa Emova y SBASE recorrieron instalaciones fijas para hacer un relevamiento de piezas y lugares sospechados o confirmados de contener asbesto, para avanzar en el trabajo de limpieza industrial con la empresa autorizada y habilitada para realizar esas tareas.
#SubteYPremetro#Asbesto#TallerPolvorin
Hola Compañeres, hoy la policía del trabajo inspeccióno las instalaciones del taller Polvorin/Bonifacio, junto a sus delegados, integrantes de Salud Laboral Juan Pablo Riggio, Eduardo Dupuy y
el delegado Daniel Iannolfi de...Sigue👇👇 pic.twitter.com/PnnGAWcVP2
— Salud Laboral AGTSYP (@SaludAgtsyp) June 28, 2022
Además, junto con Policía del Trabajo se hicieron tareas de inspección en los talleres Polvorín y Bonifacio, y en los cuartos en la Línea C, tareas acompañadas por la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires.
Ledesma explicó que «se están realizando relevamientos para avanzar en la limpieza industrial en los talleres de la red, y se está retirando el asbesto de las subestaciones de energía».
Nuevos trenes
En este contexto, los trabajadores del subte de la Ciudad de Buenos Aires insisten en la necesidad de sostener un plan para retirar el asbesto de formaciones y estaciones, el cual incluya la compra de nuevos trenes para reemplazar los que tienen este material, y que no pueden ser usados por ser peligrosos. En especial, el pedido apunta a coches para la Línea B.
En este sentido, esta semana se adelantó que SBASE reactivó el proceso de compra de esta flota, que se anunció en 2018 pero hasta ahora no hubo mayores avances.
La decisión del gobierno porteño de retomar el proyecto, que llevaba un buen tiempo congelado, se vincula con el hecho de que la totalidad de la flota de la línea B -la más utilizada de la red- está afectada por el asbesto.
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