Los datos surgen de un informe de Pro Tejer y revela el impacto que tuvo en los distintos eslabones el desplome de las ventas por la pérdida de poder adquisitivo de la población. El 51 por ciento de las empresas tomó alguna medida que afectó al empleo en los primeros meses de 2024. La AOT cuenta 1500 trabajadores impactados por las medidas.
Una encuesta de la Fundación Pro Tejer reveló que la mitad de las empresas consultadas debió tomar medidas que perjudicaron a las fuentes de empleo, ante la crisis que atraviesa el sector. Despidos, suspensiones, reducción de turnos y cancelación de horas extras son las palabras que describen el estado de situación.
“En el primer trimestre, tuvimos que cerrar turnos de trabajo pero ahora debimos recortar nuestro equipo de colaboradores en un 20 por ciento”, sostuvo el director de Pro Tejer y dueño de una de las pocas fábricas de hilados sintéticos del país, Luciano Galfione. “Estamos trabajando al 20 por ciento de uso de la capacidad instalada y eso nos genera que no lleguemos a cubrir ni siquiera los costos fijos”, afirmó en declaraciones a Página 12.
El sindicato de textiles (AOT) reconoce que unos 1.500 trabajadores se ven afectados por estas medidas, pero las cifras cambian día a día.
Casi la totalidad de los empresarios encuestados atribuyó esta dinámica a la pérdida del poder adquisitivo de la gente que provocó un desplome en las ventas. La caída afecta a todos por igual, es el ocaso de un sector que hasta 2023 vivió tres años consecutivos de creación de empleo y récords en inversión en maquinarias y tecnología.
De acuerdo a la encuesta citada, el 51 por ciento de las empresas tomó alguna medida que afectó al empleo en los primeros meses de 2024. Ya sea un recorte de turnos, cancelación de horas extra, no renovación de contratos, suspensiones y/o despidos.
Según declaraciones del Secretario adjunto de la Asociación Obrera Textil (AOT), José Listo, en diálogo con la agencia de noticias NA, “en la actualidad, más de 1.500 trabajadores del sector sufren suspensiones parciales o reducción de la jornada laboral, reflejando la continua crisis que enfrenta la industria textil en el país”.
Retomando los datos de la encuesta Pro Tejer, el 87 por ciento de las empresas encuestadas registraron caída en los volúmenes de ventas en el primer bimestre del año contra igual período de 2023. Y casi la totalidad de ellas atribuyen esta dinámica a la pérdida del poder adquisitivo de la población.
En promedio, según el relevamiento de Pro Tejer la producción textil cayó un 35 por ciento. Y las perspectivas no son buenas a futuro tampoco, ya que el 79 por ciento de las empresas no realizará inversiones durante el 2024 y/o han cancelado inversiones previamente planificadas, según esta encuesta. El 69 por ciento de las empresas registraron caídas en la utilización de su capacidad instalada. Esta situación va postergando decisiones de inversión en renovación de equipos, en un sector muy dinámico en materia de actualización tecnológica de la maquinaria. Según datos de Indec, la elaboración textil utilizó apenas el 36,7 por ciento de su capacidad instalada en enero.
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