Punto por punto analizamos los reclamos de la central obrera con la Justicia Social como estandarte.
La Confederación General de Trabajo ratificó la movilización del próximo 30 de abril en la víspera al Día del Trabajador. Además, desde Azopardo remarcaron uno por uno los ejes principales que le exigen al Gobierno Nacional que atiendan de forma inmediata, con un timoneó para un cambio de rumbo sobre las políticas que vienen llevando adelante, que afectan de forma directa la clase trabajadoras (desocupados y jubilados).
Pese a los intentos de la gestión Milei por desactivar la marcha que promete ser multitudinaria, y que desde Casa Rosada intentan a diestra y siniestra evitar una foto que muestre el descontento social. Sino, que también siguen tratando de que no se viralise una imagen para la “gente de a pie”, que muestre el musculo y el enorme poderío que tiene el movimiento obrero, haciendo caer su discurso mediático contra los sindicatos y la Casta (que ya todos saben que no fueron los ajustados).
Como en otras ocasiones, los ministros, y los voceros mediáticos ya comenzaron el derrotero de frases para desestimar una marcha genuina, legal e histórica, que volverá a poner en contexto la lucha de la clase trabajadora. Las maniobras “sucias”, ya comenzaron con denuncias sobre gremios y dirigentes, acusándolos de supuestas “amenazas, extorsión y coacción” durante el Paro General del 10 de abril. Según fuentes oficiales, el director Nacional de Normativa y Enlace Judicial, Fernando Soto, ya incluyó en sus querellas a UOM, SMATA y UOCRA, y ahora planea sumar al listado al principal dirigente de ATE; ante una multitudinaria marcha del movimiento obrero que inundará las calles de la Ciudad de Buenos Aires.
La CGT ya confirmó que concentrará en la intersección de Av. Independencia y Perú a las 15 horas para desde allí movilizar la tropa al monumento al Trabajo.
La Marcha del próximo jueves 30 de abril, lleva bajo el brazo una enorme lista de reclamos que son los que le vienen exigiendo al Gobierno Nacional que atienda, pero la negación al dialogo con los sectores críticos, y la falta de respuesta a las demandas de la CGT fueron tensando el conflicto, obligando a que los gremios adopten las medidas de fuerza correspondientes.
Lo que reclama la CGT:
- En defensa del trabajo.
- Por las y los jubilados.
- Por las políticas de exclusión y ajuste.
- Para que deje de reprimirse la protesta social.
- Por paritarias libres y homologadas.
- Para que no sigan echando trabajadores/as.
- Para exigir más equilibrio y justicia social.
En defensa del trabajo
La motosierra de la gestión Milei, desde el propio día de la asunción corrió de la mira a la tan odiada y denigrada Casta de la mira y apuntó de lleno a conjunto de los trabajadores, que en un principio fueron los de las actividades estatales; pero las políticas económicas y de ajuste fueron salpicando, ¡va! Concretamente, afectando a todos los sectores: comercios, pymes, empresa, empleados, monotributistas, etc. menos a los grandes especuladores económicos que continúan moviendo el capital económicos a la rosca financiera que desde el Gobierno Nacional promueven e incentivan. Y sostenida hoy, por el enorme endeudamiento tras el último préstamo con el FMI.
Por las y los jubilados
Que el ajuste llego a los jubilados ya no caben dudas, pero lo que ha colmado la paciencia y puso en ebullición la sangre de todos los argentinos fue la seguidilla de protestas de nuestros jubilados que fueron reprimidas por las fuerzas de seguridad Nacional, lideradas por la ministra Patricia Bullrich, con un grado de violencia que no resistió análisis y que convocó a el acompañamiento masivo de todos los sectores populares a salir a la calle a bancar a los viejos.
Por las políticas de exclusión y ajuste
El rumbo político y económico del este gobierno, siempre estuvo lejos de las necesidades de los sectores más vulnerables de la sociedad. La justicia Social tan proclamada el Papa Francisco fue bastardeada y pisoteada por el propio Presidente Milie y aun hoy con un pie en el Vaticano durante su funeral sigue sosteniendo lo mismo y profundizando un rumbo económico que lo único que genera en la Argentina de hoy, es mayor cantidad de personas que se caen del sistema.
La línea económica que aplica, lejos está de ser nueva o novedosa, por el contrario. Los que peinan canas o los que han leído un poco, saben que destruye la industria local, las pymes, cierra comercios y deja sin empleo a cientos de miles de compatriotas que ya no podrán alimentar a sus familias. Esto no solo genera pobreza, también rompe familias, aleja a los chicos de las escuelas y fomenta el crecimiento de las organizaciones de narcotráfico en los barrios vulnerables que con plata sucia ocupan el rol de un estado ausente.
Para que deje de reprimirse la protesta social
“Violencia es mentir” esgrimió el Indio Solari en una de sus canciones, allá por los años 90´ cuando el clima de época era muy similar al actual. Las políticas de ajuste contra los sectores populares (docentes, enfermeros, comerciantes, empleados, obreros, etc.) no resisten modificación sin protestas y reclamos sociales, con la gente manifestándose en las calles. Pros tampoco resisten aplicación sin represión. Y esto es lo que hace el gobierno de la mano de Patricia Bullrich en cada una de las marchas con la aplicación del tristemente célebre protocolo anti piquete. Excepto cuando convoca la CGT. Porque la CGT desborda, todo tipo de protocolo, porque es orgánica, porque mueve de forma organizada, bajo el marco legal y con un reclamo legítimo, y porque para ese momento ya agotó todas las instancias de dialogo posibles (que en este caso no existen). La CGT es la columna vertebral del Peronismo, es el musculo de la política opositora a este gobierno por excelencia, es la que ha peleado mil batallas, es el mostró que ya no está dormido, se está despabilando y Bullrich lo sabe; por eso desafía pero no actúa.
Por paritarias libres y homologadas
Milei llego a la presidencia baja el grito de “Viva la libertad, carajo”, y promulgando libertad de mercado. Muy lejos quedó esa proclama libertaria que tanto alborotaba a los jóvenes durante su campaña. Las paritarias negociadas, acordadas y cerradas entre los empresarios y los gremios no son homologadas por el secretaria de Trabajo, es más desde las oficinas de la cartera dicen a viva voz que ellos no tienen poder de decisión, por lo que las políticas de la gestión Milei, lejos de generar libertad, solo irrumpe en las negociaciones entre los privados y cuarta la posibilidad de que los salarios con pierdan frente a la inflación, y que los empresarios tengan mal predispuestos a los trabajadores que no llegan a fin de mes.
Para exigir más equilibrio y justicia social
La redistribución de la riqueza entre el capital y el trabajo fue el horizonte del peronismo y la lucha concreta del movimiento obrero a lo largo de los años. La disputa entre los liberales clásicos, donde los patrones de las empresas solo querían atesorar un gran margen de las ganancias, quedo en el pasado. La acumulación de riqueza venia de la mano de la distribución de las mismas que generaban los trabajadores, con trabajo. Ahora, con las políticas neoliberales el capital ya no genera puestos de trabajo, sino que se pone en la especulación financiera, lejos de las chimeneas de las fábricas, los emprendimientos inmobiliarios, lejos, muy lejos de la generación de empleo. La Justicia Social, lucha por romper con esta forma de generar riqueza para unos pocos. Busca poner al ser humano en un lugar humano, digno, llenarlo de oportunidades, no dejar fuera del sistema a nadie. Busca una sociedad realizada, lejos del individualismo y la meritocracia. Donde nadie puede realizarse solo, su la sociedad en la que vive no se realiza.
Por eso, la demonización y el ensañamiento mediático por instalar en las nuevas generaciones q la Justicia Social como lo peor para una sociedad.
En todo este marco, la CGT vuelve a salir a la calle el próximo 30 de abril a darle una cuota de realidad a este Gobierno que cree que ya puso el rumbo correcto en la economía pero que no entiende que tiene roto el timón.
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