Un informe de la consultora de Martín Redrado expone cuánto cayeron en cada gremio. Licuación, inflación y una recesión que moderará las negociaciones.
Por Eugenia Muzio.
Los salarios en lo que va del gobierno de Javier Milei no salen de una licuadora que va a una potencia del 20% mensual, medida contra la inflación. Las paritarias rigen para períodos cada vez más cortos, con porcentajes dispares y con mecanismos distintos de indexación; pero todas a la baja.
Incluso las organizaciones gremiales más importantes cerraron aumentos a un mes y no lograron recuperar la caída real bruta que sufrieron los ingresos en diciembre, cuando la devaluación hizo saltar los precios. Según el INDEC, los sueldos de trabajadores perdieron un 13,2% en el último mes de 2023. El peor registro lo tuvo el sector público, con un descenso del 15,9%.
El dato de diciembre cerró un ciclo de seis años de crisis de ingresos y fue la peor caída desde 2002, graficó la Fundación Capital, la consultora del ex director del Banco Central Martín Redrado. De acuerdo a sus proyecciones, 2024 anotará un año más de deterioro salarial, con una merma del 10,4% y una recesión en la actividad económica del 4,3%.
Declarada la intención oficial de licuar los pesos, en enero, sin precios de referencia ante la falta de una pauta de ingresos oficial, "los acuerdos entre sindicatos y cámaras empresariales se volvieron aún más cortos que en 2023, negociándose bimestralmente o incluso mes a mes".
Gremios fuertes también cayeron por el tobogán
Gremios considerados fuertes en poder de negociación como los que representan a aceiteros, camioneros o empleados del comercio alcanzaron porcentajes altos para enero, por encima del Índice de Precios al Consumidor (IPC), que fue del 20,8%; pero sin alcanzar a cubrir el derrotero que venían sufriendo desde el mes anterior.
"En el acumulado de los primeros dos meses de la nueva gestión, los ingresos formales evolucionaron bien por debajo de la dinámica de los precios (38,4% promedio vs. 51,9%). Aún más, cuando se analizan las subas de enero en términos interanuales, se advierte una baja del 8,9% interanual real", describió el informe de la entidad que coordina Carlos Pérez, exgerente general del BCRA.
La única representación gremial que logró superar a los precios en el bimestre fue aceiteros (80%). La peor caída fue para quienes trabajan en la industria de la alimentación (49,3%) y la más suave, del 19,9%, para choferes de colectivos nucleados en la Unión de Tranviarios Automotor (UTA).
La recesión moderará paritarias a la baja
La combinación con la depresión de la actividad económica es clave y será un gran moderador de los reclamos de aumentos salariales. Cuando la demanda de consumo baja, las empresas comienzan a recortar y las organizaciones sindicales priorizan mantener los puestos de trabajo.
Ya está pasando:
- En diciembre, el uso de la capacidad instalada de la industria cayó 8,9% anual al 54,9%. La industria trabaja a media máquina.
- El Indicador de Consumo (IC) de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) mostró un retroceso de 1,7% en la comparación interanual de enero, implicando un incremento desestacionalizado de 1,1% frente al mes de diciembre.
- La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) midió una caída en las ventas minoristas pymes del 28,5% interanual durante el mes pasado
- Fundación Capital estimó una contracción del 7,4% para todo el año.
El salario, un precio más de la competencia
Una segunda lectura de este fenómeno es que la administración de Milei busca mostrar que el nivel salarial será informativo acerca de qué tan productivo es para una sociedad un determinado sector.
Así lo expresa la consultora Ecolatina: "La ausencia de una pauta salarial por parte del Gobierno busca paritarias libres que favorezcan a los trabajadores de sectores más productivos, que pueden seguir pagando salarios relativamente altos. Si la recesión – y la eventual mayor competencia– no permite el traslado a precios en algún sector en particular, la remuneración de dicho sector será menor y se convertirá en una señal para que los trabajadores busquen otros empleos mejores pagos".
Economistas de estos centros de estudio coinciden en que la dinámica actual promoverá una mayor disparidad salarial entre trabajadores registrados. Para los informales, la situación es de desamparo ante "un escenario en donde la ayuda social estará condicionada con los objetivos fiscales del Gobierno", indicaron en Ecolatina.
De hecho, los programas sociales fue una de las partidas que mayor cayó en términos reales para alcanzar el superávit financiero de enero. El programa continuará por esas vías, según confirman tanto en la Casa Rosada como en el Ministerio de Economía. "La motosierra y la licuadora no se negocian", dijo Milei en declaraciones al canal LN+.
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