Un nuevo 24 de Marzo que se constituye en el prólogo activo de la movilización y paro decretadas para abril.
Por Luis Autalan.
Todo lo que representa cada 24 de Marzo volvió a marcar una alta vara de reflexión en el movimiento obrero. Desde la presencia en las calles como factor de respuesta tácita y explícita ante el actual Gobierno, que sin cesar en su ofensiva desde 2023 a la fecha, difundió declaraciones y videos desafiantes con respecto a la jornada donde los libertarios accionaron en ofensiva, enmarcando uno de los perfiles de su doctrina contra el flanco “enemigo” de peronistas o la izquierda.
Frente a la coyuntura descrita, la CGT reafirmó que el 67% de los desaparecidos fueron trabajadores y la dictadura cívico militar además de disolverla como confederación, “intervino sindicatos, anuló la representación obrera en organismos estatales y suspendió el derecho a huelga".
Pero fue más allá de las letras de molde y los comunicados de ocasión para hacer también suya la definición de memoria, verdad y justicia. El viernes recibió a los organismos de derechos humanos, al padre de Pablo Grillo y no dejó esas expresiones sin contenido, aún con un debate interno de años, enmarcó el 24 de Marzo de cara al modelo económico, político y social de la Casa Rosada para la etapa que comenzó en 2023.
Por esa senda recordó que “el blanco central de la política represiva fueron los delegados y miembros de las comisiones internas, que fueron centrales en la defensa de los derechos laborales".
Pero no dejó de lado la participación de privados en lo pasó después de marzo de 1976 y puntualizó que la represión al movimiento obrero “contó con la connivencia y el apoyo activo de grandes empresas que denunciaron a sus trabajadores, entregaron fondos a las fuerzas represivas e incluso autorizaron la instalación de centros clandestinos de detención en el predio de sus fábricas”.
Para lo que fue este lunes su presencia en las calles, la central obrera concentró desde las 14 del lunes en Diagonal Sur y Perú., como en otros puntos neurálgicos del centro porteño, hubo secretarios generales como Héctor Daer, Andrés Rodríguez, Sergio Palazzo, Hugo Moyano, Rodolfo Daer, Maia Volcovinsky, Julio Piumato entre otros y hubo columnas de los distintos gremios confederados en la multitud convocada.
Prólogo de las 36 horas de actividad sindical que comenzarán en el mediodía del 9 de abril, para coincidir con la marcha al Congreso por los Jubilados y sumarán a la jornada siguiente el tercer paro general contra la gestión de Javier Milei, el cual asoma con adhesión de los gremios del transporte, decisivos para cristalizar el músculo de la huelga.
El “hasta acá” incluso, como reseñaron fuentes de Azopardo a este medio, “va más allá de las cuestiones paritarias, la pauta salarial o la permanente reforma laboral de la que se jacta este gobierno”.
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