Este miércoles, los movimientos sociales volvieron a las calles para exigir "una Navidad sin hambre" en medio de una profunda crisis que afecta a los barrios populares. La movilización abarcó 500 puntos de protesta a nivel nacional, uniendo a las tres grandes ramas: la UTEP, Territorios en Lucha y el Frente de Lucha Piquetero.
En la Ciudad de Buenos Aires, el epicentro de la jornada fue frente al Hotel Sheraton, en Retiro. Allí, las mujeres que sostienen los comedores y merenderos comunitarios llevaron sus ollas vacías como símbolo de la falta de recursos en los barrios. “La caída de los ingresos y la destrucción de las políticas de apoyo a la economía popular han llevado a una situación gravísima”, señalaron desde la organización.
Reclamos urgentes
Entre las demandas, se destacan un aumento del salario social complementario, actualmente congelado en $78.000 desde el inicio del gobierno de Javier Milei, la restitución del envío de alimentos a comedores y merenderos, y un bono de fin de año. “Reclamamos que la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, cumpla con el envío de alimentos, y un bono que permita a las familias pasar las fiestas con lo mínimo”, expresó Johanna Duarte, referente de la UTEP.
Solidaridad en la lucha
Aunque el reclamo fue liderado exclusivamente por movimientos sociales, contó con la presencia de delegaciones sindicales que manifestaron su apoyo. La movilización ocurrió una semana después de una protesta nacional donde coincidieron las dos CTA, sindicatos de la CGT, organizaciones sociales, sectores del peronismo y la izquierda.
La exigencia de "una Navidad sin hambre" no solo visibiliza la crisis, sino que también pone en la agenda las demandas de quienes sostienen a diario la economía popular.
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