La CGT de Moyano y la de Caló coinciden en que es tiempo de acelerar la unidad

La CGT de Moyano y la de Caló coinciden en que es tiempo de acelerar la unidad

Desde la CGT Azopardo y la central que lidera Antonio Caló coinciden en que el escenario político de enero amerita una aceleración para lograr la unidad.

La sucesión de circunstancias que abrió la muerte del fiscal Alberto Nisman, sin final previsible, potenció el terreno ya sembrado en las conversaciones que ambos frentes mantuvieron en 2014. Hasta los gremios no alineados a bloque alguno, consideran que la fragmentación resta ante el embate de los sectores empresarios que, sobre los cimbronazos de la coyuntura, pretenden “frenar” el renacer sindical que comenzó en el 2003. Esa jugada patronal pretende también marcarle la cancha a los candidatos presidenciales, estiman desde los conciábulos “pro unificación”. Tal dinámica veraniega está en manos de quienes construyen política y estrategia en sindicatos sin gran poder de fuego o superpoblación de afiliados. Uno de ellos es Juan Schmidt (Dragado y Balizamiento), hombre de máxima confianza de Hugo Moyano y referente del sector de Transportes, quien reconoció, ante la consulta de Bae Negocios, que el clima político traza una necesidad de encuentro del Movimiento Obrero. Desde la vereda cercana al Gobierno, el Núcleo del MTA, reservorio intelecutal de la CGT Caló aprecia la misma atmósfera. Y hasta Sergio Palazzo, jefe de la Asociación Bancaria (AB) y sin enrolamiento cegetista, resaltó“estas conversaciones deberían haber comenzado mucho antes”. No es un dato menor que Schmid y Palazzo tengan palmarés y realce para soñar con el comando de una nueva CGT. La sintonía para resistir embates, que hasta se calibran de “destituyentes”, incluye a la Juventud Sindical Peronista. Su líder Hernán Escudero dijo: “la oposición y los empresarios se equivocan si creen que pueden deteriorar al Gobierno y poner en una caja a su medida a los gremios. Los derechos adquiridos son irrenunciables, la aspiración es más trabajo y más derechos”.

Pasos al costado

En la compleja cerradura para unificar la CGT hay dos llaves codificadas, la cesión de las jefaturas de Hugo Moyano y Antonio Caló. En Azopardo, un factor extra sindical aceleró etapas, la presidencia de Moyano en Independiente. Capítulo inesperado con génesis desde la catastrófica gestión de Julio Comparada y el “delarruísmo” de Javier Cantero. Al Camionero se le abrió allí, en su club, un nuevo horizonte de poder y relevancia. Sumemos el “trasvasamiento generacional” que comenzó por su propia casa: Pablo timoneando el sindicato de choferes; Facundo en Peajes/Juventud Sindical, el Congreso y gravitación electoral 2015 y hasta a “Huguito”, creciendo desde su profesión de abogado con los aires que enarboló desde la tarde que se recibió como profesional de derecho. Moyano sabe que será hombre de consulta y el mismo Schmid aclaró que hablar de un “ciclo cumplido” por el Camionero invita a tener premura.

Para Antonio Caló los pasos hacia la unidad son reflexión desde 2012, también el resguardo de su sitial en la UOM y hasta la picardía de poner en juego públicamente su jefatura cegetista con un sutil desafío a Moyano y a Luis Barrionuevo para imitarlo. Si la vocación que germina este enero avanza en las dos CGT enfrentadas, Barrionuevo tendrá que pensar que estar fuera de esas pipas de la paz le achicará escenario y protagonismo a su central Azul y Blanca. Mientras todo esto se conversa, la CTA de Hugo Yasky desempolva los guarismos de su última reelección y considera de interés la unificación, pero aclaran “nosotros ya elegimos destino propio”. Se insiste, este tramo de las novelescas gestiones de cohesión, es aleatorio de las charlas que a fines del año pasado coordinó Gerardo Martínez, no si algún revuelo de malhumor en sus pares que no menoscaban su poderío y protagonismo. En la Uocra dicen que aquellas “juntadas” se retomarán en febrero, la semana que viene. La postdata llegó hace tiempo desde el Vaticano, la invitación del Papa Francisco a estrechar filas por ingredientes superadores, el Movimiento Obrero y la fe.

“Hay diálogo y coincidencias para avanzar”

Luego de rubricar el acuerdo entre su gremio y los bancos privados y estatales por un anticipo salarial de $9.600 para el primer trimestre, en 4 cuotas y a cuenta de paritarias, el titular de la Asociación Bancaria Sergio Palazzo consideró que las conversaciones para acelerar la unidad de las CGT “debieron comenzar mucho antes”. Su nombre también está reservado a la nómina de posibles jefes de una nueva central obrera. “Lo importante es lo que venimos dialogando con Héctor y Rodolfo Daer (Sanidad y Alimentación); Horacio Ghilini (Sadop) y Juan Schmid entre otros. Hay que avanzar sobre los 4 o 5 puntos de agenda en los cuales el Movimiento Obrero coincide sin fisuras”, expresó sobre el acuerdo marco para reunificar orgánicamente la CGT. Admite que se fermenta la intención de grupos empresarios y opositores a la Casa Rosada para “sacar ventaja” del marco posterior a la muerte del fiscal Nisman. “Quien delire sobre acortamiento de mandato presidencial, adelantamiento de elecciones o recortar derechos a los trabajadores está mucho más que fuera de foco. Se lo garantizo”, enfatizó Palazzo.

De fluída relación con el Gobierno Nacional, alejado de la central de Hugo Moyano cuando el camionero oficializó su proyecto político, Palazzo se distingue del resto de sus pares en cuanto a su afiliación al radicalismo. “Dejé de participar con plenitud en la UCR, el día que la Alianza consagró a Domingo Cavallo como ministro de Economía en 2001”, recordó.

JUAN CARLOS SCHIMD

“Pertenezco a la estructura de Hugo Moyano, allí seguiré”, corría 2012 y se pensó en el titular de Dragado y Balizamiento para liderar una CGT lejos del Camionero, esa fue su respuesta a la consulta de este diario. Hoy, admite que está en consideración para liderar la nueva etapa del Movimiento Obrero. Aún crítico del Gobierno, reconoce los benefi cios que lograron los trabajadores desde 2003 y cierra fi las en cuanto a que “los derechos no son negociables” ante las embestidas en ciernes.

Acción del MASA

El Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA) que respalda a Antonio Caló al frente de la CGT avizora un relanzamiento y la mayor participación de dirigentes como Osvaldo Iadarola (Foetra) y Héctor Amichetti (Gráfi cos) entre otros. El nucelamiento mantiene su respaldo al modelo económico y la Alianza por la Producción de allí que el escenario político y la probable unidad del Movimiento Obrero los encontrarán activos durante este verano, incluso con intercambios ante los sacerdotes de la Pastoral Social que gozan de la confi anza del Papa Francisco, según consignaron las fuentes consultadas por BAE Negocios.

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