Se reunieron con los petroleros, un sector clave por Vaca Muerta. Preparan encuentro con industriales.
Activos, los Moyano, Hugo y su hijo Pablo, "trabajan el paro" como se dice en términos gremiales. Esto significa salir de recorrida por sindicatos convenciendo a sus dirigentes de sumarse a la medida de fuerza que lanzaron el jueves pasado para el 30 de abril junto a las CTA -Autónoma y de los Trabajadores- y la Corriente Federal, que tutela Sergio Palazzo. En esa línea, el pasado viernes, Hugo y Pablo compartieron un asado con Pedro Milla, titular de la Federación Argentina de Petróleo, Gas y Combustible.
Esta Federación fue conducida hasta marzo del año pasado por Alberto Roberti, quien renunció a la secretaría general plagado de denuncias de corrupción en su contra. Falleció en mayo. Nunca había jugado claramente con algún sector dentro del abanico del sindicalismo y a Moyano le interesa sumar aliados.
A su vez, Camioneros forma parte de la Catheda (Confederación Argentina de Trabajadores y Empleados de los Hidrocarburos, Energía, Combustible, Derivados y Afines). Allí comparte mesa con Antonio Cassia (YPF), Oscar Mangone (Gas) y Guillermo Pereyra (petroleros privados), entre otros. Se entiende que les extenderá la invitación de adherirse. En el caso de Pereyra, no es tan sencillo: el sindicalista firmó un acuerdo con el Gobierno para no llegar a instancias de huelga en Vaca Muerta. Pero ese papel nada dice de que solo haya guardias durante ese día si es que deciden plegarse.
Esta semana, Pablo Moyano estará en Inglaterra en un congreso de la ITF (Comité Mundial del Transporte) en su calidad de vicepresidente. No obstante, el SMATA, que es junto a los Bancarios el tridente que conduce el espacio sindical que promueve el paro, se reunirá con Pymes y gremios industriales que supieron promover la multitudinaria marcha de Once a la 9 de Julio ocurrida el 4 de abril.
Para dar esta pelea política contra el Gobierno y con éxito, en el Frente Sindical se esperanzan con cortar servicios. Dicen que manejan los gremios aeronáuticos, enfrentados de larga data con el Gobierno, hoy en conciliación obligatoria por un tema paritario. En el frente portuario cuentan al SOMU por lo que un barco sin marineros no puede operar. Finalmente el sector ferroviario, en el que el gremio de Señaleros es históricamente moyanista; y en este caso con que pare un sindicato el servicio quedará afectado.
De no variar el cuadro de situación, la UTA no se sumará al paro de Moyano, sino que acatará la medida de fuerza lanzada por la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte para el 1° mayo. En este caso no habrá servicios ese día porque quieren que las horas extras que los trabajadores cobran por feriado no tributen Ganancias. Es más, el titular de la UTA, Roberto Fernández, quiere extenderlo a todos los feriados del año hasta que se resuelva la cuestión.
¿Qué esperan de la CGT? "Nada", dicen. A lo sumo puede ocurrir que, con un comunicado, dejen librado el accionar a cada gremio confederado. La Central obrera está por estas horas renegociando el blanqueo laboral con el Gobierno y los empresarios luego del fracaso del martes pasado; y vienen de cerrar el acuerdo por $13.100 millones para las obras sociales.
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