El poder real de Hugo Moyano sobre el macrismo tendrá una tercera variante si concretan el bono de fin de año que el empresariado retacea.
El moyanismo ya ganó dos pulseadas, evitar la designación como ministro de Trabajo del cordobés Jorge Lawson y forzar que el aguinaldo se perciba sin quitas por el impuesto al sueldo. La Federación Nacional de Choferes de Camiones se declaró en alerta y movilización por la falta de respuesta empresaria al pedido del bonus. “El gremio solicita ese beneficio para paliar el proceso inflacionario y ayudar a los trabajadores”, expresó el titular adjunto de Camioneros Pablo Moyano.
Los transportistas no descartaron que decreten paros, en principio en las ramas de transporte de caudales y de combustible, ya que “no puede entenderse el silencio y la negativa de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas” (Fadeeac), subrayó Moyano.
El sindicalista rechazó ese “silencio y negativa empresaria, en especial porque ese bono es siempre consensuado de forma anual”. Otros sindicatos, ya lograron gratificaciones, tal el caso de los Bancarios del Nación (ver recuadro) y otros agilizan gestiones, como los metalúrgicos.
La devaluación y diluvio que se aprecian en el horizonte, remarcan economistas que trabajan aconsejando a los sindicatos, tiene datos concretos.
A modo de síntesis los empleados de comercio de Armando Cavalieri, los aceiteros, los trabajadores de peajes de Facundo Moyano, los de televisión, las CTA de Hugo Yasky y Pablo Micheli y estatales provinciales ya reclamaron un bono. Lo hacen con los aumentos de precios apuntados en las últimas semanas.
Nada que celebrar
“La celebración del campo junto a Macri tiene números concretos, hay $60.000 millones que deja de recaudar el Estado por la quita de retenciones”, comentó un experto impositivo. “En tanto el costo fiscal por no pagar ganancias del medio aguinaldo es 650 millones y estaban dispuestos a chocar de frente con cuanto gremio exista”, se lamentó.
Aún en veredas opuestas del mapa sindical, quienes son escuchados por Hugo Moyano y Antonio Caló resumen análisis similares. Desde hace semanas que a los empresarios industriales tomaron algún digestivo para asimilar la reivindicación del campo como motor de la economía. Ante el escenario frágil e imprevisible de pronóstico los gremios saben que son socios en todas las pérdidas y deben “pelear” para sumar los porotos en tiempo de las buenas.
“Están usando como excusa una crisis local inexistente, combinado con el contexto internacional. Techint, que impuso al Secretario de Empleo, está planteando baja de los salarios del 15% o despidos”, resaltó otro asesor sindical de una poderosa organización. “Este tipo de politicas empieza siendo el comienzo y que puede llegar a un contexto recesivo, si el ejemplo cunde y no hay una férrea defensa social y acá no hay lugar para que algún gremio quede al margen del temporal”, acotó.
Paritarias mirando la economía
En delicado equilibrio el ministro de Trabajo de la Nación Jorge Triaca aseguró que las paritarias no tendrán techo, pero acotó que “en esa discusión se debe mirar el crecimiento de la economía argentina, miremos ese desarrollo”, puntualizó el funcionario. Va de suyo que tal consideración es cercana, de mínima, a la intención de Cambiemos de que la discusión paritaria tenga como referencia y barómetro a la productividad, cuestión que crispa las aguas sindicales.
Triaca asistió a la conferencia organizada por la Unión Industrial (UIA) donde disertó el presidente Mauricio Macri. “Los trabajadores vienen haciendo muchísimo esfuerzo a pesar de un contexto inflacionario” a la hora de negociar paritarias, por lo cual el funcionario aseguró que “se debe dar una solución definitiva” a la suba de precios. “Los sueldos se discuten”, subrayó Triaca y puntualizó que intentará “discutir con todos los sindicatos” porque el Gobierno está abierto al diálogo.
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