El camionero quiere la reimplantación de un beneficio que Cristina anuló en 2012 como parte del divorcio político.
Hugo Moyano le pidió al Gobierno restablecer los subsidios que Cristina de Kirchner les había quitado a las empresas del transporte de cargas. Fue uno de los ejes del encuentro que mantuvieron en la noche del martes el dirigente y la plana mayor del gremio de Camioneros con el ministro de Transporte, Mario Meoni. El gremialista también le recordó al funcionario que en las próximas semanas deberá definirse la venta de la empresa postal OCA, el mayor empleador individual de la organización con cerca de 7.000 trabajadores directos y en la actualidad, coadministrada por el sindicato.
El funcionario cumplió en la sede de la Federación de Camioneros con parte de un raid de visitas a dirigentes de gremios del transporte. Lo hizo junto a su jefe de Gabinete, el abogado Abel De Manuele, exasesor de la Unión Tranviarios Automotor y del Frente Renovador. Junto al jefe del sindicato estuvieron dos de sus hijos, Pablo (adjunto) y Hugo Antonio (abogado laboralista), Pedro Mariani (número dos de la Federación), Omar Pérez, Rodrigo Condorí (letrado y coadministrador de OCA), Paulo Villegas (tesorero) y Jorge Guaymás (secretario general en Salta).
La cena abordó varios tópicos de interés común para los comensales. Los gremialistas pusieron el foco en la necesidad de mayores controles a los transportes de carga por carretera provenientes de países limítrofes, que incluso dijeron que en algunos casos realizan servicios de cabotaje en perjuicio de los choferes locales. También, en la ausencia en la actualidad de subsidios para la actividad.
Sobre este último punto fue recurrente la mención al Régimen de Fomento para la Profesionalización del Transporte (Refop), un instrumento que Moyano había logrado gestionar con Néstor Kirchner a favor de los empresarios del rubro, nucleados en la cámara afín Fadeeac, y que Cristina eliminó por decreto en 2012 como parte de la ruptura de la alianza política que hasta entonces había sostenido con el sindicalista. El Refop había garantizado desde 2005 la devolución de los aportes patronales a los empresarios del transporte siempre y cuando tuviesen a sus choferes en blanco, regularizados y regidos por el convenio colectivo 40/89, de Camioneros.
El sistema era virtuoso para los empleadores, que recibían así una rebaja en sus costos laborales, y para el sindicato, que se garantizaba una mayor formalización de los trabajadores y un elemento de disuasión para que los dueños de los camiones no los inscribieran en otros gremios. Con la interrupción de ese beneficio el sector quedó privado de subsidios. Los empresarios históricamente reclaman ser contemplados en la distribución de los recursos del impuesto a los combustibles que hasta ahora sólo llega a los dueños de colectivos de corta distancia.
Respecto de OCA en la comida se habló del proceso de venta de la compañía, en la actualidad manejada en conjunto por el gremio y un administrador que había puesto el gobierno de Mauricio Macri en el contexto de la intervención judicial de la compañía. Según el expediente ese proceso debería arrancar a fines del mes que viene con la apertura de sobres de oferentes para quedarse con las acciones del mayor correo privado de la Argentina.
Otro ítem de la cena fue el sostén del manejo del examen psicofísico a los choferes por parte del sindicato. Es que Guillermo Dietrich, ministro de Transporte de Macri, había intentado arrebatarle esa prerrogativa al gremio como parte de una avanzada de esa gestión contra Moyano que tuvo capítulos administrativos, judiciales y políticos de todo tipo. El gremio buscó asegurarse que Meoni no intentará lo mismo.
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