El sindicato del caucho, que estuvo por décadas aliado a Moyano, anticipó que no participará de la movilización que promueve el camionero. Tras el cambio de mando, lo acusan de “personalista”. Además, encaran un proceso de saneamiento.
Hugo Moyano perdió el respaldo de un gremio que estuvo por décadas orbitando en torno a su poder de fuego. Es que la flamante comisión directiva del Sindicato Obrero del Caucho, Anexos y Afines (Socaya) emitió ayer un comunicado para avisar que no estará en la protesta del #21F.
Para los dirigentes del gremio del caucho la explicación es muy simple: “Por resultar la misma una medida de fuerza que no fue debatida y aprobada en los cuerpos orgánicos de la Confederación General del Trabajo de la República Argentina, resultando la misma meramente personalista por quien fuera el promotor y convocante, Hugo Moyano”.
El secretario general del sindicato, Claudio Streitenberger, ratificó la decisión y los motivos. “La marcha no fue convocada formalmente por el consejo directivo de la CGT. Es una movida personal más que en defensa de los trabajadores”, le dijo ayer a Infobae.
Streintenberger reemplazó hace muy poco tiempo al frente del sindicato del caucho a Juan Carlos Ponce, un dirigente muy cercano a Moyano y que hasta ahora había puesto a la organización en las filas del camionero.
Para poder asumir, fue necesaria la intervención del Ministerio de Trabajo. Y para poder ingresar al sindicato, el 5 de enero de este año, fue necesaria la presencia de la Gendarmería ya que sus antecesores se negaban a abandonar el sindicato.
Según pudo averiguar InfoGremiales, otro de los motivos que tiene a los dirigentes del caucho ocupados por estas horas, es el saneamiento del gremio. La conducción de Ponce dejó deudas millonarias en el gremio y en la Obra Social, por lo que ya hay una denuncia judicial que está avanzando y pronto presentarán los resultados de las primeras evaluaciones de gestión.
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