Mientras cuerpea a cielo abierto para recuperar influencia en la nueva CGT, el camionero Hugo Moyano paladea la posible captación de dos sellos clave del sindicalismo: el que nuclea a los estratégicos sindicatos del transporte (CATT) y el de las organizaciones gremiales de la energía (Catheda), que al igual que la central obrera atraviesan sus propios procesos de renovación de autoridades en lo que resta del año. En ambos casos la expectativa del dirigente es desplazar, mediante alianzas políticas que tejió durante la pandemia, a las actuales máximas autoridades que reportan a los sectores más tradicionales del sindicalismo.

Para la CATT, el mayor de los dos objetivos, el sector de Moyano intentará cerrar este viernes un acuerdo con los colectiveros de la UTA y los maquinistas de trenes de La Fraternidad para correr al actual secretario general, el portuario Juan Carlos Schmid, y poner en su lugar al líder de Unión Ferroviaria, Sergio Sasia. En la Catheda, un lobby mucho más silencioso del camionero intentará encumbrar a Guillermo Moser (Luz y Fuerza) en reemplazo de Antonio “Coco” Cassia, el histórico referente de los petroleros de YPF. La maniobra incluye el apoyo de Sasia y Moser, fundadores del novel Sindicatos en Marcha por la Unidad Nacional (Semún), a las aspiraciones de Moyano en su nuevo desembarco en la CGT.

El sello de los transportistas, que elegirá nueva conducción el 7 de octubre, hará este viernes una reunión de “mesa chica ampliada” que juntará a la actual conducción, que integran Schmid, Roberto Fernández (UTA) y Omar Maturano (Fraternidad), con el espacio de Moyano. Sobre un total de 34 gremios que integran la CATT el camionero se jacta de haber congregado la semana pasada a 24 para fortalecer la postulación de Sasia como su entenado. El número podría impactar por sí sólo pero la CATT, al igual que la CGT, reparte influencias a partir del número de afiliados de cada organización, que a su vez se traduce en congresales. Así, Camioneros y UTA ostentan la mayor cantidad de representantes y a continuación siguen el resto de los gremios aeronáuticos, ferroviarios, fluviales y portuarios y los carreteros, tanto de cargas como de pasajeros.

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También al igual que en la central obrera en el sello del transporte la expectativa mayor pasa por una renovación consensuada. De llegarse a la instancia de una votación lo más probable es que se produciría una fractura entre los dos bloques en pugna. De ahí que la gestualidad de cada uno sea la clave en los días previos al congreso. En ese aspecto Moyano exhibió no sólo su alianza con Sasia sino también la incorporación a su sector de los taxistas a partir del ascenso en ese gremio de Jorge García en lugar del jubilado Omar Viviani. En su núcleo también reportan los marítimos del SOMU, los aeronavegantes (AAA), los señaleros ferroviarios (ASFA), el personal de peajes (Sutpa, con la vuelta de Facundo Moyano al rubro) y los capitanes de ultramar, entre otros.

Junto al tridente de Schmid (que adelantó su interés en jubilarse a no ser que existiera un clamor por su reelección), Fernández y Maturano permanecen varios sindicatos portuarios y contabilizan a buena parte de los aeronáuticos, con el piloto Pablo Biró como referente. En este grupo admiten que los movimientos de Moyano emparejaron el terreno y alegan trabajar para una renovación consensuada. Incluso deslizan que otra fórmula podría implicar la continuidad del portuario y como segundo de la CATT el camionero Omar “Manguera” Pérez, mano derecha de Moyano.

La gestión moyanista por la Catheda es de momento más subterránea pero fue confirmada a este diario por el entorno más próximo del camionero. El sello carece de la visibilidad de la CATT pero la decena de sindicatos que lo componen ostentan las llaves de todas las fuentes energéticas: petróleo, electricidad, gas, carbón y los medios de transporte, un rubro que les abrió las puertas hace pocos años al propio Moyano y a Sasia. Tallan con fuerza en la “mesa chica” el petrolero Guillermo Pereyra (Vaca Muerta) y el dirigente del gas Oscar Mangone, quienes tejieron la mejor relación con Mauricio Macri casi hasta el final del gobierno de Cambiemos.