Sucedió en Neuquen, Arroyito, el 4 de abril de 2007, mientras los docentes cortaban la ruta 22. Hoy Suteba recuerda y conmemora la vida de Carlos Fuentealba, maestro asesinado por las fuerzas policíacas del entonces gobernador Jorge Sobisch.

Fue una represión brutal, con gases lacrimógenos y trabajadores atrincherados en una estación de servicio. Muchos de los docentes se refugiaban en una estación de servicio cercana mientras otros eran perseguidos por policías a pesar de ya haberse retirado de la ruta. El reclamo masivo de los docente fue por salarios, paritarias, condiciones laborales y el pase a planta permanente de los trabajadores neuquinos que todavía se encontraban contratados.

Fue algo así como una “especie de traición oficial”. Los docentes ya se encontraban en retirada cuando la policía los avanzó y nuevamente comenzó con represión y balas de  goma.

Fue algo así como una “especie de traición oficial”

Fue “el Cabo José Darío Poblete” el que “dispara, a unos dos metros de distancia, una granada de gas lacrimógeno hacia el Fiat 147 donde, en el asiento trasero, viajaba Carlos Fuentealba”, recuerda el Suteba, a 11 años de aquella fatídica tarde neuquina. “El proyectil atraviesa el vidrio del auto e impacta en la nuca de Fuentealba, causándole un hundimiento de cráneo. Los demás manifestantes no podían comprender lo que acababa de pasar. Entre gritos, llantos y desesperación, rápidamente llamaron a una ambulancia para que traslade a Carlos al hospital más cercano”, agrega la entidad que lidera Roberto Baradel.

Carlos Fuentealba murió al siguiente día, a la edad de 40.

El 8 de julio 2008, un año pasdo el asesinato, la Cámara Criminal Primera de Neuquén condenó a Dario Poblete a la pena de prisión perpetua e inhabilitación absoluta y perpetua.