Los secretarios generales de las dos CTA, Hugo Yasky y Pablo Micheli, ya no ocultan su cercanía tras años de enfrentamientos y comenzaron a transitar el camino hacia la unificación de la central sindical, pero ATE nacional se ubica como el principal obstáculo, ya que su conducción está peleada con esos jefes gremiales.

Tras compartir el viernes una nueva jornada de paro y movilización a la Plaza de Mayo, Yasky y Micheli ratificaron su alianza, pero la dura interna que vive la central disidente amenaza con impedir que la CTA vuelva a ser una sola central, como lo fue hasta 2010 cuando unas escandalosas elecciones de autoridades la fracturaron.

Tras compartir el viernes una nueva jornada de paro y movilización a la Plaza de Mayo, Yasky y Micheli ratificaron su alianza, pero la dura interna que vive la central disidente amenaza con impedir que la CTA vuelva a ser una sola central, como lo fue hasta 2010 cuando unas escandalosas elecciones de autoridades la fracturaron.

El enfrentamiento que se desató el año pasado entre Micheli y la cúpula de ATE, el principal gremio de su CTA Autónoma, dejó al estatal con una escasa base de apoyo en esa central, con lo cual decidió acercarse a quien hasta el año pasado era su enemigo, el jefe de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky.

Micheli y los referentes de ATE que responden al histórico fundador de la CTA, Víctor De Gennaro, (entre ellos el secretario general Hugo "Cachorro" Godoy y su adjunto, Julio Fuentes) se pelearon por diferencias acerca de la estrategia política a desarrollar en las últimas elecciones presidenciales.

Al quedar enfrentados tanto con Micheli como con Yasky, a quien identifican como el responsable de la fractura de la CTA, los conductores de ATE rechazan con vehemencia confluir en una reunificación impulsada por esos dos dirigentes, a quienes califican como "dos personas poco representantivas".

"A Micheli los sostiene unos pocos gremios y Yasky acaba de perder dos gremios importantes en su CTA, como el del Neumático y la UOM de Villa Constitución. La verdad es que son dos personas que no representan a nadie, lo único que representan es el pasado", disparó en diálogo con NA un hombre fuerte de ATE.

En ese contexto, ATE se negará a propiciar una unificación que "esté liderada por esos dos dirigentes" y advirtió que un proceso de esas características "debería llevar mucho tiempo de debate y no concretarse a partir de un acuerdo de cúpulas".

"Sino va a pasar lo de la CGT, que hizo una unión atada con alambres y con varios gremios afuera", ejemplificaron las mismas fuentes.

Por su parte, Yasky y Micheli volvieron a quedar ubicados en la misma vereda a partir del rechazo de ambos a las políticas del Gobierno de Mauricio Macri y, a esta altura, lo único que no los une es la postura frente al kirchnerismo, espacio político al que el docente se mantiene aliado, mientras que el estatal lo sigue criticando.

La idea de ambos es ir confluyendo en una unidad, mientras cada uno cumple su mandato en su respectiva CTA hasta 2018, pero lo cierto es que sin la presencia de ATE, una de las columnas vertebrales de la central sindical, ese proceso se percibe complicado.