Así lo expresó Marcelo Bruno, delegado de los trabajadores de HM Azul y TRC, luego de finalizada la audiencia realizada ayer en la Delegación Azul del Ministerio de Trabajo, la cual se desarrolló en un clima de marcada intensidad y que culminó con un cuarto intermedio hasta la semana que viene. En ese escenario, el patrocinante de la empresa, el Dr. Aníbal Bocchio, fue increpado por algunos manifestantes cuando se retiraba.
Antes de que se iniciara el diálogo, ya se habían cruzado palabras -en los pasillos de la mencionada dependencia- entre los representantes de las partes en conflicto que hacían entrever una dura negociación.
Pocos minutos después de que se cerrara la puerta de la oficina que fue escenario de la audiencia ya comenzaron a oírse voces de descontento, de tono elevado, y palabras que indicaban que el acuerdo era apenas una posibilidad lejana. Idas y venidas, teléfonos celulares que “se prendían fuego”, puertas que se abrían constantemente y gente que salía y entraba del lugar incesantemente eran escenas repetidas de una película que parece no tener fin.
A su vez, en la sala de estar aguardaban un grupo de trabajadores y los ediles Claudio Molina, Erica Torena, Maya Vena y Pablo Yannibelli, que se habían acercado para brindarles apoyo a los empleados de la empresa. Por su parte, el concejal Diego Colman era partícipe del diálogo que tenía fines conciliatorios.
Pasado el mediodía, el primero en salir de la audiencia fue el Dr. Aníbal Bocchio, quien ante la requisitoria de los medios que cubrían lo que allí sucedía levantó una de sus manos y dijo: “Hicimos un pacto de que no va a hablar nadie”. Mientras tanto, afuera sonaban los bombos, los redoblantes y las bombas de estruendo.
Al llegar a la puerta de salida, el abogado dio media vuelta y regresó. Quienes allí se encontraban lo miraron sorprendidos. ¿Qué sucedía? Bocchio se había olvidado el paraguas. Entonces, lo sacó de la sala de audiencias y emprendió nuevamente el camino hacia la vereda. Afuera seguía lloviendo. Se le acercó uno de los tantos policías encargados de la seguridad en el lugar y le ofreció la custodia. Bocchio no se negó.
Las personas que se encontraban afuera cantaban en su contra y en favor de la pelea de los obreros. Bocchio caminó hasta la esquina acompañado por personal policial mientras algunos de los manifestantes lo increpaban.
Al llegar a la esquina de Mitre y Burgos se produjeron algunos incidentes que los efectivos de seguridad lograron disipar rápidamente, pero al abogado se lo pudo ver por unos segundos contra la pared de un comercio, protegido por personal policial y con el miedo transfigurando su rostro por la situación.
Este fragmento de la historia terminó con Bocchio retirándose en un móvil policial, pero el cuarto intermedio al que se pasó hasta la semana que viene deja a las claras que el punto final aún no está escrito.
“Fue una situación muy compleja”
“Hicimos un pacto de que no va a hablar nadie”, había dicho Bocchio antes de retirarse, pero lejos estaba de ser cierto ese compromiso de “Silenzio Stampa”.
Finalizada la audiencia, en conferencia de prensa, el Dr. Luis Conti, patrocinante de los obreros; Luciano Solís, representante de la Comisión Directiva del Sindicato del Plástico; y Marcelo Bruno, delegado de los empleados, se refirieron a la continuidad del conflicto.
En principio, Conti contó que “era una audiencia solicitada por la patronal” y lamentó lo sucedido en inmediaciones al lugar en el cual tuvo lugar la reunión y se solidarizó con el abogado de la empresa por los incidentes.
“Fue una situación muy compleja la que se vivió. La empresa no trajo ninguna propuesta concreta hacia sus trabajadores, salvo la de modificar el régimen horario en función de manifestar que el problema de desarrollo empresario tiene que ver pura y exclusivamente con una cuestión de costos laborales, lo cual no es así”, indicó el abogado.
Asimismo, Conti expresó que “después de una larga discusión se arribó a un cuarto intermedio, pedido por la propia patronal, hasta la semana que viene. Quieren analizar algunas alternativas”.
“Los trabajadores -que han sido acompañados por el gremio a nivel nacional y por concejales de diferentes bancadas del Partido de Azul- han manifestado que -si no les pagan las quincenas adeudadas, las bonificaciones oportunamente acordadas en este ministerio y las multas por pagos fuera de término, como así también si no se avanza con las medidas de seguridad e higiene- impulsarán las medidas de acción directa que corresponda”, aseguró el abogado.
“Lo único que venimos escuchando son mentiras”
Por su parte, el representante del Sindicato del Plástico apuntó que “esto no da para más. Lo único que venimos escuchando son mentiras. El gremio y los trabajadores ya no toleramos que se siga debiendo tanto dinero a los obreros”.
En el mismo aspecto, Solís refirió que “le pedimos a la empresa que regularice de manera inmediata los salarios de los trabajadores, quienes ya llegan a su casa y no tienen dinero para comer”.
Ante la consulta sobre qué es lo que pretende la empresa con la actitud que está demostrando, el sindicalista aseguró desconocer el objetivo.
“No traen nada concreto, anda serio. Lo que quieren es ganar tiempo, como una maniobra para bajarles el sueldo a los empleados y comenzar a despedir trabajadores. Eso es lo que están buscando. Nosotros no lo vamos a permitir”, afirmó.
“No ganan 12.000 pesos como dice la patronal”
Por otro lado, Luis Conti dejó en claro que “los trabajadores de HM y TRC no ganan 12.000 pesos como dice la patronal. No ese su salario y a su vez les pagan de manera fraccionada”.
Además, el letrado informó que la firma “se comprometió a revisar el despido de un trabajador; están analizando convertir ese despido en suspensión” y remarcó que “los trabajadores tienen la mejor buena voluntad para mantener la fuente de trabajo, siempre y cuando la empresa manifieste un plan serio de inversiones”.
“Hay dos responsables: el dueño de la fábrica y el Intendente de Azul”
A su turno, Bruno hizo hincapié en que “este problema viene de hace muchos años, estamos metidos en un pozo y hay dos responsables: el dueño de la fábrica y el Intendente de Azul”.
El delegado de los trabajadores explicó que el jefe comunal “nos ha metido en un problema muy grande al darle las escrituras de la planta a la empresa”.
También, Bruno remarcó que “nosotros no vamos detrás de ninguna bandera política ni estamos reclamando algo fuera de lo normal. Simplemente estamos peleando por nuestras fuentes de trabajo, que es de lo que vivimos”.
“Le pedimos al Intendente de Azul que se haga cargo de este problema, que realmente se ponga la mochila al hombro y que venga debatir en el Ministerio de Trabajo. Le pedimos pro favor que tome cartas en el asunto”, agregó.
De igual forma, Bruno mencionó que “el único que visitó la planta fue Carlos Caputo -secretario de Desarrollo Económico de la comuna-, que estuvo hablando con el encargado general. Le damos gracias a Caputo por acercarse, pero el que realmente tiene que venir y tomar reales dimensiones de lo que está pasando es el señor Intendente”.
Por último Bruno expuso que “nosotros necesitamos nuestra fuente de trabajo y vamos a pelear por ella a cualquier precio. No vamos a dejar que la empresa se la lleve, se vayan o la quieran vender”•.
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