La "mesa chica" de la central volvió a reunirse en la tarde de este lunes y descartó cualquier chance de un nuevo paro nacional.
La CGT pasará por alto la amenaza del Gobierno de reimpulsar una reforma laboral vía proyecto de ley y se abocará al fortalecimiento de sus vínculos con sectores políticos y gobernadores para desbaratar el paquete económico libetario.
Sin nuevas medidas de fuerza a la vista tras el paro y la movilización de hace dos semanas, la central reunió este lunes a su "mesa chica" ampliada para analizar la continuidad de la estrategia contra la administración de Javier Milei. Aunque ninguno de la treintena de dirigentes mencionó la posibilidad de una nueva huelga hubo consenso mayoritario de que el Ejecutivo se verá en marzo o abril nuevamente en la obligación de producir una nueva devaluación del peso y que esa instancia y sus consecuencias en la economía familiar terminará por exasperar el mal humor social.
El encuentro se desarrolló en la sede del gremio de Sanidad y contó con la presencia de dos de los secretarios generales de la central, Héctor Daer y Carlos Acuña, junto a otros referentes como Gerardo Martínez (construcción, Uocra), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Sergio Sasia (Unión Ferroviaria), Guillermo Moser (Luz y Fuerza), Sergio Romero (docentes de UDA), Mario Caligari (Unión Tranviarios Automotor), Cristian Jerónimo (vidrio), Pablo Flores (empleados AFIP), Norberto Di Próspero (personal legislativo), Carlos Sueiro (aduanas), Omar Plaíni (canillitas), Alejandro Amor (municipales porteños), Juan Carlos Schmid (portuarios) y Miguel Paniagua (espectáculos públicos, Sutep) entre otros.
Daer, el anfitrión, utilizó su metáfora preferida para graficar el análisis de la coyuntura política y cortar de arranque cualquier especulación por una eventual nueva medida de fuerza: "esto es una maratón y recién estamos en los primeros 50 metros", abrió el dirigente y principal referente de los "gordos" de los grandes gremios de servicios.
El gremialista repasó las acciones implementadas por la CGT desde la asunción de Milei y se congratuló por el resultado de las movilizaciones del 27 de diciembre a Tribunales y 24 de enero al Congreso, así como del paro por doce horas en esta última oportunidad y la oleada de amparos presentados ante la Justicia que desembocaron, a priori, en el freno al capítulo laboral del DNU libertario.
Nueva estrategia
Sobre este último punto se mencionó la versión que echó a correr el Gobierno acerca de la presentación al inicio del año legislativo de un proyecto de ley de reforma laboral para reemplazar el decretazo que quedó inerte. Ninguno de los presentes dio mayor crédito a esa posibilidad: un poco porque lo entendieron como una versión que buscaba volver a situar al oficialismo en el centro de una escena de la que había sido corrido por las medidas de fuerza y los fallos adversos, y otro mucho porque aseguran que el nivel de improvisación y torpeza de gestión que despliega el Gobierno harían muy dificultoso llevar al parlamento esa iniciativa en el corto plazo.
En cambio hubo acuerdo para reanudar los contactos políticos con un criterio federal. Al inicio del plan de lucha contra el DNU hubo una reunión en la sede de la CGT con las regionales de todas las provincias de modo tal de instruir a sus dirigentes en la necesidad de presionar sobre diputados y senadores de cada distrito. En esta oportunidad la idea es explorar la idea inversa: movimientos de la "mesa chica" de la organización a las provincias para respaldar a gobernadores afines o bien mostrarle musculatura política a los de signo rival.
Un sector de la reunión expuso la necesidad de que el PJ encare una autocrítica similar a la que la propia CGT dice haber hecho para unificarse sin fisuras tras la victoria de Milei y plantear, siempre según su propio análisis, la más eficiente barrera de contención contra las iniciativas libertarias. Gremialistas como Sasia, Moser y Plaíni mencionaron que en el corto plazo se hará indispensable "la reconstrucción del peronismo" y que en esa etapa "la CGT deberá ser protagonista y no aportar sólo banderas y actos".
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