Por: Felipe Osman.

El viernes asumieron, tanto a nivel provincial como en las delegaciones del interior, las nuevas conducciones de la UEPC. Entre ellas, tres que no responden al oficialismo “Celeste”, en Córdoba, Río Cuarto y General Roca.

A nivel provincial, el nuevo secretario general (y sucesor de Juan Monserrat), Roberto Cristalli, asumió la conducción del sindicato el jueves, junto a la nueva Junta Ejecutiva Central. Un día después hizo lo propio la nueva conducción de la delegación capital, encabezada por Franco Boczkowski, quien lideró en las pasadas elecciones la lista “Unidad desde las Escuelas”, integrada, fundamentalmente, por agrupaciones de docentes auto-convocados y organizaciones de izquierda.

Quedó así conformada una UEPC heterogénea, que a nivel provincial y en la mayoría de los departamentos sigue bajo control de la lista Celeste, pero que en los dos departamentos más grandes de la provincia presenta ahora delegaciones bajo control de listas opositoras, al igual que en General Roca.

El caso más paradigmático es, con distancia, el de Capital, dado que en la ciudad de Córdoba trabajan más del 40 por ciento de los afiliados, y se trata de la delegación que siempre tracciona las mociones de rechazo en la Asamblea Provincial para forzar ofertas superadoras de la Provincia en el marco de la paritaria. Durante los últimos años, otros departamentos han empezado a acompañar ese juego.

La reconfiguración de la UEPC se da tras un año sumamente tenso en la relación del sindicato con la Provincia, con prologadas paritarias en las que las propuestas del Gobierno fueron rechazadas en repetidas ocasiones, con el movimiento de auto-convocados ganando protagonismo en los reclamos, y con una peronismo que atraviesa su propia reconfiguración a nivel provincial, con la llegada de Martín Llaryora al poder y el fin del ciclo provincial de Juan Schiaretti.

Hacia adentro del sindicato, no existió transición en la delegación capital. Sólo una reunión, un mes y medio antes del recambio de autoridades, a la que la secretaria general saliente, Alina Monzón, ni siquiera asistió. Allí, Monserrat avisó que el 1 de diciembre entregarían las llaves de la sede gremial de Maipú 30. Ni más, ni menos.

El mismo día de su asunción, el Consejo Delegado de Capital giró una nota a la Junta Ejecutiva Central (Provincial) “…para plantear la necesidad de convocar de manera urgente a asambleas de delegados escolares en toda la provincia para deliberar y resolver de forma conjunta un plan por los reclamos salariales, jubilatorios, de infraestructura, seguridad y Apross…”.  

El comunicado apunta la necesidad de reinstalar, de manera inmediata, la discusión salarial, y de preparar  “las escuelas, los cuerpos de delegados y nuestro sindicato” para enfrentar “los cambios de gobierno que tanto a nivel nacional como provincial anuncian la profundización de las políticas de ajuste”. Y termina planteando “una convocatoria urgente a asambleas para preparar, junto a los cuerpos de delegados, docentes y escuelas de toda la provincia, un plan de intervención activa y conjunta para unificar e instalar los reclamos y trazar las medidas a tomar como sindicato”.

Más allá de su interpelación a la Junta Ejecutiva Central, la Delegación Capital llevará adelante hoy la primera sesión de su Consejo Delegado, y convocó para el próximo jueves a un plenario de delegados escolares. Ese mismo día se decidiría una movilización para la semana siguiente, que coincidiría, a su vez, con otra en la que ATE reclamará un bono de fin de año. Primera pista.

Así, la conducción de Capital intenta condicionar el accionar de la Junta Ejecutiva Central, único interlocutor buscado, hasta ahora, por el llaryorismo para dialogar con UEPC. Mientras, quieren prepararse para el 11/12, cuando se empiecen a conocer las reformas que, tanto a nivel nacional como provincial, se plantearán sobre Educación, jubilaciones y salarios.