Luego de los incidentes vividos la semana pasada en la fábrica de ALCO, cuando los trabajadores se rebelaron tras el embargo de dos montacargas, el titular del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación, seccional Catamarca, José Ocampo, explicó que "en ningún momento se puso en juego la fuente de trabajo de los empleados" y aseguró que los cuestionamientos son impulsados por "tres o cuatro compañeros que juegan para la empresa". Hoy explicarán la situación a los afiliados en una asamblea. Además, denuncian una nueva deuda en materia salarial y sigue el conflicto.

En diálogo con Radio Ancasti, Ocampo explicó que la deuda de la cuota sindical que terminó en el embargo de las máquinas se venía discutiendo hace un año con la empresa. "Es plata de los trabajadores y la empresa la estaba reteniendo de manera indebida. Acá hay una maniobra de mala fe de parte de la empresa y hay tres o cuatro compañeros que se prestaron a esta jugada. Cuando mandaron a embargar a la empresa, fue la propia empresa la que puso en garantía los montacargas.

Pidieron una semana más de tiempo para solucionar el conflicto solo para dilatar. En ningún momento tuvieron intención de conciliar, ni hicieron ningún tipo de ofrecimiento", explicó Ocampo, en sintonía con lo que había adelantado el abogado del gremio la semana pasada.

Si bien reconoció que hay un grupo de empleados molestos con la situación, dijo que "está garantizado que la empresa puede seguir funcionando normalmente y en ningún momento se perjudicó la producción de la empresa".

"No es así como lo quieren plantear algunos. Esto se lo vamos a explicar a los trabajadores en una asamblea (que será hoy). Tenemos la documentación para demostrar lo que decimos. La realidad es que la empresa generó este malestar", insistió.

El jueves la Justicia embargó dos montacargas de la fábrica de ALCO hasta tanto la firma regularice una deuda de $1.100.000 por cuotas sindicales, intereses y los honorarios del abogado del gremio.