El administrador y el titular de la Vivienda están acusados de haber producidos varios nombramientos con las máximas categorías, ubicando a amigos y parientes de funcionarios con sueldos que trepan a los $ 18.500.
Al ser consultado sobre cuánto percibe un empleado de la Vivienda y la Secretaría, asintió que “la mayoría estamos en unos 3 mil pesos de piso y de ahí viene el fondo estímulo, que va desde los dos mil trescientos a los cinco mil y más”, respondió.
Consultado acerca de si era cierto que hubo designaciones con índices por fuera del escalafón, Lugones respondió que “si, al punto tal que aparte de los cuatro directores, que son el administrador, construcciones, proyecto y adjudicación y control de viviendas, han incorporado tres más que nadie sabe por qué y para qué, ya que no cumplen ninguna función, ya que la estructura del IPV y la Vivienda ya está hecha. Son ñoquis y cobran más de 18 mil pesos”, aseguró, agregando que “yo consulté en Casa de Gobierno por qué la Gobernadora había firmado un decreto así. Y creo que la Gobernadora al firmar no se imaginó el trasfondo de esto. Es una inequidad tremenda. Aquí, la mayoría tenemos 35 o 40 años, o 30 años de servicio y viene un ‘pendejo’ con que recién se inicia o tiene ocho meses trabajando y va a cobrar dieciséis mil pesos”, se lamentó. “Se está avasallando la carrera del empleado público. Aquí hay gente que vive haciendo cursos del PROCAT para lograr un ascenso, que significan $20 de una categoría a otra. ¿Y para qué? Si Gutiérrez y López Rodríguez hacen lo que quieren”, se preguntó.
Más adelante, en un extenso reportaje, el sindicalista puntualizó que “aquí están designados con el cargo de supervisor un chico que lo único que hace es cortar los papelitos de los recibos de sueldo y gana 18 mil pesos, y es el hijo de un ministro”, disparó.
“También está designada la hermana de López Rodríguez como supervisora”, aseguró molesto Lugones. “Aquí la gente está muy molesta, quieren salir a la calle, protestar. Esto no da para más”, advirtió.
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