La CGT oficialista suma reclamos al Gobierno

La CGT oficialista suma reclamos al Gobierno
Entre tensiones internas, la central de Caló pone plazos para resolver la suba de Ganancias y otras demandas que comparte con Moyano
Después de la huelga nacional y de convertirse en blanco de la protesta de los gremios opositores, la Casa Rosada recibe ahora presiones que surgen desde su propia tropa. La CGT más cercana al Gobierno, a través de algunos dirigentes, empezó a plantear que la suba del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias debería resolverse sí o sí durante el primer trimestre de 2013.

Exigen también un compromiso oficial sobre la universalización de las asignaciones familiares. Ambos reclamos, casualmente, coinciden con las consignas que empujaron anteayer a Hugo Moyano y Pablo Micheli a impulsar la medida de fuerza que paralizó a buena parte del país.

"No quedé conforme con lo del aguinaldo. El impuesto a las ganancias debería resolverse antes de marzo: es un límite", marcó sus plazos de tolerancia el colectivero Roberto Fernández, jefe de la UTA. Comparten esta postura el taxista Omar Viviani y el docente Horacio Ghilini, que puso sobre papel un proyecto de reforma tributaria que será entregado en mano a funcionarios del Gobierno.

Fernández se manifestó disconforme con la medida presidencial que exceptuó por única vez del pago de Ganancias al próximo medio aguinaldo.

Otro dirigente destacado de la CGT oficialista calificó el anuncio como "un parche", aunque también hubo algunos que lo celebraron, como el estatal Andrés Rodríguez (UPCN), que lo calificó de un "avance importante para descomprimir" la tensión social.

Fernández es uno de los dirigentes que sufrieron los planteos internos de las bases de su propio sindicato por no adherirse a la huelga convocada por Moyano. Ayer, el dirigente de UTA se volvió a diferenciar de sus compañeros de la CGT: llamó a actuar en unidad y pidió que el Gobierno "escuche los reclamos de los trabajadores".

Andrés Rodríguez intentó minimizar el apuro de sus compañeros del consejo directivo para obtener respuesta a sus demandas. "No hay una cuestión de plazos porque la ley establece que el mínimo no imponible debe regir a partir del 1° de enero. Es retroactivo. No altera lograrlo antes, pero aspiramos a que no sea una negociación eterna y calmar las expectativas", consideró el jefe de UPCN.

En la CGT oficialista conviven por estos días dos vertientes: los más alineados con el Gobierno y los que plantean un endurecimiento en la postura de los reclamos. Rodríguez y el estatal José Luis Lingeri están entre los primeros, mientras que Fernández y Viviani son parte del sector más radicalizado.

"Puede haber posturas más contemplativas, pero no hay rispideces ni internas", aseguró Rodríguez, que no descartó un próximo encuentro con la presidenta Cristina Kirchner.

La jefa del Estado le garantizó a la CGT que encabeza Antonio Caló una mesa de diálogo para debatir temas salariales en 2013. Así lo prometió en el último encuentro con los gremialistas en la Casa Rosada, la semana pasada.

Los sindicalistas anhelan tener la primera reunión en diciembre para acelerar la mejora del impuesto a las ganancias. Intentarán, además, incluir otros temas: universalizar las asignaciones familiares y llamar a un debate sobre los índices reales de inflación. Un dirigente distinguió con preocupación que la proyección de la inflación para 2013, según el presupuesto oficial, será entre 10 y 11%. La medición de la CGT sería de casi el doble.

También podría surgir algún planteo desde la CTA oficialista. Su líder, Hugo Yasky, participará hoy en un jornada sobre precarización y tercerización del empleo en el país. Tras el debate, Yasky le entregaría en mano al ministro de Trabajo, Carlos Tomada, un documento para buscar soluciones para esta problemática. Será una manera elegante de reclamar mayor atención a este pedido.

Después del paro de Moyano y Micheli, la CGT oficialista se reunirá hoy para evaluar la medida y definir los pasos a seguir en su relación con el Gobierno. Los dirigentes anhelan tener antes de fin de año una nueva recompensa oficial por los fondos de las obras sociales sindicales, que, de a poco, se están distribuyendo tanto entre sindicatos aliados como enemigos. Lingeri, Caló y Rodríguez podrían adjudicarse este triunfo. Fueron ellos los que se cruzaron fuerte con la santacruceña Liliana Korenfeld, a cargo de la Superintendencia de Servicios de la Salud.

El análisis de lo que fue la medida de fuerza de Moyano y de la CTA de Micheli será realizado hoy por los gremialistas cercanos al Gobierno. Sin embargo, ayer ya hubo algunas expresiones que dejaron al descubierto diferencias internas.

"El paro de Moyano fue parcial y con un sentido netamente político", opinó el estatal Rodríguez. Caló, en tanto, evitó la confrontación con el jefe camionero. "Nosotros apostamos al diálogo. En 45 días, esta CGT consiguió muchas cosas", dijo a LA NACION. El metalúrgico tuvo un día incómodo, en el que debió cruzar al senador kirchnerista Aníbal Fernández por tratar de "traidor" al asesinado dirigente de su gremio Augusto Vandor (ver aparte).

El que más se distinguió fue el líder de UTA, que reconoció la magnitud del paro y abrió las puertas a un posible llamado a la unidad. "Los dirigentes sindicales debemos dejar de lado los personalismos para sentarnos a trabajar en conjunto en la defensa de los intereses de los trabajadores", dijo. Será difícil. Más aún tras el enfrentamiento retórico que mantuvo Moyano con el Gobierno y con algunos de sus rivales sindicales.

En la reunión de hoy, además, la CGT oficialista avanzará en la organización del comité confederal del 12 de diciembre. Ese día se presentaría a la juventud sindical, integrada hasta ahora por 35 organizaciones, y se autorizaría el ingreso de nuevos gremios a la central. Caló podría sumar a su tropa a la Federación Argentina de Trabajadores de las Universidades Nacionales (Fatun), que tomó distancia del moyanismo tras el llamado al paro de anteayer..

Las demandas y las reformas de la CGT oficialista

Al igual que Moyano, piden mejoras salariales y tributarias

Mínimo no imponible

Exigen una actualización periódica, como las paritarias, y que se evite una reducción en términos reales de los ingresos. Y que se contemple la inflación real

Asignación familiar

Quieren que el Gobierno les certifique un compromiso para universalizar el beneficio y eliminar las escalas

Devolución del IVA

Piden eliminar la alícuota a la canasta básica de alimentos para sectores populares con devolución en tarjetas de débito

Renta financiera

Piden gravar las transferencias, depósitos a plazo y operaciones bursátiles. Así, se desincentivaría la especulación financiera y se mejoraría la distribución del ingreso

Renta minera

Para la CGT, la renta minera tuvo en los últimos años "un espectacular aumento". Por eso, piden duplicar las retenciones: del 5 al 10% para los minerales industrializados y del 10 al 20% para los productos sin industrializar

Inmobiliario rural

Replanteo del impuesto vigente y gravar la renta potencial del sector agropecuario

Del editor: qué significa.

Un jefe gremial suele optar entre dos caminos: gozar con las ventajas que da la cercanía al poder o con la adrenalina del combate. A sus aliados, el Gobierno los privó de ambos.

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