El delegado había sido despedido el pasado 12 de abril por acompañar una medida de acción directa en reclamo del pago de salarios. El Juzgado Nacional de Primera Instancia del Trabajo N° 33 ordenó que sea reincorporado y se le paguen los haberes caídos.
Luego de un juicio sumarísimo, un fallo del Juzgado Nacional de Primera Instancia del Trabajo Nro. 33 obligó a un lavadero de jeans a reincorporar al delegado despedido José Luis Arébalo y a pagar los salarios adeudados, que habían sido el origen del conflicto.
Arébalo, trabajador del lavadero Sakin S.R.L. desde 2008 y delegado desde noviembre del año pasado, presentó una demanda de amparo sindical contra la empresa y su socio gerente Isaak Joaquín, denunciando su cesantía a pesar de tener mandato vigente como delegado del Sindicato de Obreros y Empleados Tintoreros, Sombrereros y Lavaderos de la República Argentina (UOETSYLRA).
El delegado fue despedido el pasado 12 de abril por acompañar una medida de acción directa en reclamo del pago de salarios (en ese momento les debían marzo y abril), junto con otros treinta empleados de la empresa que la decidieron en asamblea. Luego fueron despedidos otros 50 trabajadores por el mismo conflicto.
La Secretaría de Trabajo intervino dictando la conciliación obligatoria y retrotrayendo las cosas al momento de inicio del conflicto, pero la empresa se negó a acatarla, impidiendo el ingreso de los trabajadores, en lo que constituye un lock out patronal.
Ante esta situación, el delegado solicitó una medida cautelar urgente que disponga su reincorporación en idénticas condiciones laborales y el cese de la actividad antisindical y el hostigamiento de los dueños de la empresa, así como el pago de los salarios adeudados.
Luego de que varios testigos, incluyendo un inspector del gremio, confirmaran el rol de delegado de Arébalo y el despido verbal, el tribunal decidió hacer lugar a la cautelar e intimó a la empresa a proceder a la "reinstalación" del despedido en su puedo de labor en un plazo máximo de tres días, "hasta que se dicte sentencia de fondo, bajo apercibimiento de astreintes" (sanciones valuadas en dinero contra el deudor que demora el cumplimiento de una orden judicial). Por último, el fallo obliga a la empresa a abonar los salarios adeudados también en un plazo de tres días.
Luis Pandolfi, secretario General del gremio confirmó que se está solicitando a la Justicia que también falle a favor de la reinstalación de otro despedido que formaba parte de la conducción gremial.
Más allá de que en este caso puntual el carácter sumario del juicio también estuvo garantizado por el carácter de delegado de Arébalo, Pandolfi señaló que espera que las recientes resoluciones judiciales también impacten también positivamente sobre los reclamos del resto de los despedidos que esperan una decisión judicial.
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